El tiempo en: Almería
Publicidad Ai
Publicidad Ai

Huelva

Ratas como conejos en casa

Una ciudadana de La Palma del Condado denuncia ante Sanidad la continua presencia de ratas gigantes en su casa

Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
  • Sujeta una rata muerta -

Juana Rodríguez Domínguez lleva 25 años viviendo en el 26 de la Carretera de Circunvalación de la localidad onubense de La Palma del Condado. Siempre ha convivido de cerca con bichos desagradables por la cercanía de un regajo que fue entubado hace unos años.

Pero el problema ha pasado de castaño a oscuro después de que, tiempo atrás, uno de los tubos (residencia de aguas fecales y distinto uso procedentes de naves cercanas a la vivienda)  haya quedado al descubierto, siendo la puerta de salida de ratas, ratones y culebras que se han convertido en habitantes no invitados de la casa de Juana.

“Ya veo ratas hasta en la olla”, contó la afectada a Viva Huelva al relatar un problema al que urge una solución. Juana Rodríguez, que vive en esa casa con su marido, una hija y un nieto, ha lamentado que desde el Ayuntamiento palmerino “no me han dado ninguna solución porque dicen que tendrían que cortar un puente para poder esconder la tubería”.

Así las cosas, Juana presentó el jueves de la pasada semana una denuncia ante Sanidad, aportando un escrito y pruebas gráficas de lo que está viviendo. Hasta donde llegará el hartazgo de esta vecina de La Palma que asegura a este medio que, para conservar pruebas, “tengo dos ratas metidas en el congelador”. Y es que, la situación es “insoportable”. “Tengo toda la ropa mordida, aparecen ratas como conejos cada dos por tres y el otro día apareció un ratón muerto dentro de la lavadora” (algo comprobado fotográficamente por este medio, que ha obviado la publicación de la imagen para no herir sensibilidades).

Juana asegura que su mismo problema lo vive una familia vecina, pero que sólo se ha limitado a presentar una queja verbal en el Consistorio palmerino.

Juana Rodríguez pide “prisas” para que se aborde su problema y poder vivir, simplemente, sin ratas, culebras, ratones y malos olores deambulando por su vivienda. “El patio de mi casa no es un patio, es un coto”, concluye con humor resignado esta ciudadana que tiene a ratas como conejos dentro de su casa un día sí y otro también.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN