Martín José García realiza un balance del curso cofrade que acaba de concluir y presenta algunos de los proyectos en los que se está trabajando.
—Presidente del Consejo Local de Hermandades y Cofradías desde el año 2008, ya ha llovido desde entonces...
—Ya son seis años y ya tengo cierta experiencia. He aprendido muchísimo y he compartido muchas cuestiones con los hermanos mayores. Ha sido una labor muy gratificante y estoy muy contento de como han ido las cosas. He encontrado a gente muy comprometida y a buenos cristianos antes que cofrades, que es lo más importante.
—¿Qué balance hace de estos seis años al frente de este organismo cofrade?
—Cuando llegamos había muchos temas pendientes. El primero objetivo fue traer un poco de tranquilidad y armonía al colectivo. Por diversas circunstancias las aguas estaban revueltas, algo normal en todo colectivo. Logramos tranquilizar las aguas y a partir de ese momento la armonía ha reinado en todo momento. Han surgido temas conflictivos que se han solucionado a través del diálogo. Los hermanos mayores lo dan todo por sus hermandades y eso les lleva a defender a ultranza algunas cuestiones para su cofradía que les lleva a falta de entendimiento, pero creo que en el fondo tienen asumido que esto es un equipo y que todos tenemos que remar en la misma dirección. Así por lo menos me lo han demostrado a mí a lo largo de todo este tiempo.
—¿Cuál ha sido su balance particular de este curso cofrade?
—Este año la Semana Santa ha ido muy bien. La climatología por fin nos ha acompañado y eso redunda en que haya más público en las calles y en más beneficio para toda la ciudad en todos los aspectos. Hemos podido sacar más ingresos de las sillas y eso es muy positivo para nuestras hermandades que viven con una situación económica muy precaria. Y muchas veces es precaria porque buena parte de sus ingresos los dedican a las obras sociales, y eso me parece importante remarcarlo. Este año se suscitó una cuestión con las Penas y se ha producido un gesto solidario por parte del resto de las hermandades para ayudarla económicamente a través de unas donaciones. Ésa es la buena imagen de las hermandades que el público general no conoce. El Corpus también ha ido muy bien, a un ritmo adecuado y contando con la participación de los cofrades de todas las edades algo que me parece alentador. Así que altamente satisfecho.
—¿Qué opinión le merece a usted como presidente del Consejo y como cofrade lo ocurrido con la Hermandad del Despojado el pasado Domingo de Ramos?
—Ocurrieron unos hechos totalmente reprobables por parte de algunos individuos y eso se debe evitar. ¿Cómo podemos hacerlo? pues a través de la formación y de la reprobación. Siempre hay alguien que tiene que destacarse y además con cuestiones baladíes como puede ser la carga. Hay que respetar. Yo escribí hace tiempo un artículo que estuve tentado de publicar pero me di cuenta de que podía dar lugar a respuestas y polémicas y la propia autoridad eclesiástica a la que pedí consejo me pidió que no lo hiciese. Entonces comprendí que había que hacerlo de manera unánime y conjunta con las hermandades. El hermano mayor del Ecce Homo, Ramón Sánchez Heredia, lo llevó a Pleno y decidimos condenar por unanimidad estos hechos a través de un comunicado conjunto. Espero que la gente se dé cuenta en un futuro de que nosotros respetamos y queremos que se nos respete.
—El comunicado es muy poco contundente y ha recibido críticas por ello...
—Es cuestión de opiniones. Tenemos una diatriba con la carga. A mí me gusta la carga, soy gaditano y creo que es una forma de llevar los pasos bonita y tradicional, pero no podemos ponerle puertas al campo. Si en un momento dado una cofradía decide cambiar y emplear el costal, son autónomos en ese sentido. En cualquier caso, no podemos perdernos en estas cosas. El Consejo va a respetar siempre lo que diga la mayoría, aunque si me preguntas mi opinión prefiero la carga porque es lo que he visto desde pequeño y me encanta. Además, pienso que hay otros foros para hablar de estos temas como por ejemplo el Certamen Literario puesto en marcha por el Consejo, pero lo que no se puede es ofender.
—En cuanto a la crispación entre carga y costal, los medios de comunicación tienen gran parte de la responsabilidad porque se alimenta un enfrentamiento que en la realidad no existe, ¿pero no cree usted que el Consejo se ha extralimitado en sus funciones a la hora de regular en el Reglamento cuál es el estilo de carga de Cádiz? Cómo usted ha dicho, es algo que compete a cada cofradía.
—Las normas son la expresión escrita de la voluntad general. Aquí se trata de convivir pacíficamente y para eso existen las normas. Se modificó el Reglamento Interno del Consejo y para ello se creó una comisión. En cualquier caso todo es revisable y no creo que se cierre puerta con esto a otros estilos. Pero insisto, es nuestra tradición y lo que hicimos fue ponerlo en valor.
—¿Se va a hacer algo en materia de seguridad para el año que viene para evitar las sillas de playa y las aglomeraciones de público en las intersecciones de las calles que tantos enfrentamientos están causando?
—Estamos elaborando un informe sobre la Semana Santa donde se va a tocar el tema de la seguridad, orden público y Policía Local. Creo que estamos trabajando muy bien y se han hecho reuniones después de Semana Santa con los hermanos mayores de cada día para mejorar. La relación con la Fundación de Cultura del Ayuntamiento de Cádiz es excepcional y colabora con nosotros en todo.
—¿Cómo se solucionan estos temas, con un bando municipal por ejemplo?
—Es un concepto correcto y además lo utilizamos nosotros en el informe para sugerirlo. El Ayuntamiento es receptivo a nuestras peticiones y hasta ahora estamos encantados. Por eso nos atrevemos a proponer medidas y el bando puede ser una manera de llegar al pueblo de una manera más directa. Pero al margen de estas cuestiones, el tema de la seguridad nos parece fundamental. Este año una persona que participaba en el cortejo de Humildad y Paciencia sufrió un ictus en la calle Ancha y la ambulancia tardó más de lo deseado en llegar. Nosotros comprendemos que el centro histórico es complicado a la hora de la moverse con un vehículo, sobre todo cuando hay tanta gente en calles muy estrechas, pero había que poner solución a ese problema. En las reuniones de la Junta de Seguridad esto se prevé pero lo cierto es que se aprende a base de experiencias.
—La publicación de un bando conlleva sanciones, y no creo que el Ayuntamiento esté por la labor.
—También hay bandos informativos. Lo importante es que la gente tome conciencia.
—El nuevo delegado Episcopal para las Hermandades y Cofradías, el padre Juan Enrique Sánchez, ha pedido que se limite el gasto en las inversiones para nuevas adquisiciones hasta 32.000 euros como mucho. ¿Qué le parece a usted?
—Realmente lo que hace es recordar la norma y me parece muy bien. Debemos felicitarnos todos por su nombramiento porque es una persona joven, preparada y muy ligada a las cofradías. Este aldabonazo que nos ha dado era importante, y no porque se incumpla. Las hermandades no se exceden porque entre otras cosas no tienen dinero, pero me parece estupendo que lo diga. Las hermandades no tienen razón de ser si no cumplen el Evangelio y el primer mensaje de Jesús fue que nos amásemos los unos a los otros y que la caridad es la base.
—Pero luego está la otra cara de la moneda. ¿Al enviar esta circular se ha pensado en los cientos de artesanos que viven de los encargos que realizan las hermandades? Si se corta el grifo, cierran talleres y más gente al paro.
—Correcto pero lo que no podemos es suplir a las Administraciones en el tema de las obras sociales. La Iglesia está sustityendo a las administraciones en sus obligaciones con la sociedad. La crisis es más profunda de lo que la gente se cree y te lo digo como abogado laboralista que soy, porque lo estoy viendo a diario. Las hermandades en este sentido están haciendo una labor encomiable.
—¿Por tanto a qué viene esta circular, porque ya no se les puede exigir más?
—Creo que el delegado cumple su papel que es el de recordanos el Evangelio, y como he dicho anteriormente, me parece bien.
—Usted también es presidente de la Asociación de Amigos de Tierra Santa que está preparando una nueva peregrinación para noviembre...
—Exactamente, y me gustaría animar a la gente a que se apunte porque aunque la situación anda revuelta por la zona lo cierto es que a los turistas nos respetan bastante. No pasa nada. Tenemos rutas seguras. La gente que tenga interés que vaya.