Un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Pontificia Católica Universidad de Chile han logrado explicar la dinámica de la productividad de las cosechas de maíz, mediante un modelo matemático y con ello, determinar qué provincias son más vulnerables al cambio climático y la escasez de agua.
La investigación, publicada en la revista PLOS ONE, ha desarrollado un modelo matemático para explicar y predecir la dinámica de productividad de las cosechas de maíz y se ha centrado en comparar el rendimiento de los cultivos de maíz con y sin riego ante los efectos combinados del cambio climático y la escasez de agua.
"La comparación entre el rendimiento potencial de cultivos con y sin riego nos ha dado información sobre las causas y riesgos que limitan la producción del maíz en España. Con estos modelos es posible saber, por ejemplo, qué provincias son más vulnerables, y por tanto cuáles conviene proteger especialmente", ha explicado el investigador del CSIC en el Instituto de Agricultura Sostenible, José Luis González Andújar.
El trabajo ha estudiado las cosechas de maíz en sistemas de irrigación y lluvia en España entre 1996 y 2009 y ha concluido que "algunas zonas de España son puntos calientes" en las predicciones del calentamiento climático. En estas zonas se prevé menor disponibilidad de agua para el riego y más eventos climáticos extremos. El investigador ha manifestado que para mitigar y adaptarse a ese nuevo escenario se necesita mejorar la gestión del agua del riego.
Además, ha relatado que para evaluar la producción máxima sostenible de los cultivos, los investigadores han desarrollado una nueva herramienta que se inspira en la teoría de dinámica poblacional. En este sentido, la investigadora del equipo del CSIC Rosana Ferrero ha añadido que se han combinado modelos matemáticos con datos temporales y espaciales del rendimiento del maíz en cada provincia.
Con ello, el estudio ha evaluado las nuevas propiedades estructurales, como la dinámica de rendimiento de la cosecha, detectar respuestas no lineales al cambio climático, examinar los patrones de las pérdidas de cosechas por escasez de agua e identificar las provincias afectadas por el calentamiento.
Asimismo, el trabajo ha identificado los sistemas de irrigación como las causas clave de la diferencia de rendimiento en las cosechas, y ha detectado regiones vulnerables donde los esfuerzos en investigación y gestión deberían ser priorizados para incrementar la productividad del maíz.
Entre las conclusiones, los investigadores apuntan que dado el suministro y la demanda de agua en los sistemas agrícolas pueden verse afectados por el cambio climático al modificar las pautas de la producción agrícola. Por ello, estiman que es necesario evaluar cómo y dónde son efectivas las prácticas de irrigación para mitigar los efectos del cambio climático.
"Para alimentar a una población mundial cada vez más numerosa debemos aumentar la producción agrícola. Dicho incremento está limitado por los efectos combinados del cambio climático y la escasez de agua. El reto es satisfacer la futura demanda de alimentos de manera sostenible", ha apostillado.