La alta tasa de emigración ha hecho saltar todas las alarmas en Jaén. En los dos últimos años, más de 13.000 personas abandonaron la provincia, la mitad de ellos emigrantes que, en su mayoría, son jóvenes bien formados que buscan una oportunidad laboral en otras ciudades o países. La emigración vuelve pues a niveles similares a los de la segunda mitad del anterior siglo, aunque con el agravante de que ahora se van las personas mejor formadas.
La sangría demográfica de Jaén es la nota más destacada de la Memoria sobre la situación socioeconómica y laboral en 2013 elaborada por el Consejo Económico y Social (CES) de la provincia.
Un año, el 2013, que fue, como reconoció el presidente del CES,Luis Parras, “el peor año para Jaén” desde el inicio de la crisis,lo que equivale a decir que fue el peor en la historia reciente de la provincia.
Las 7.500 personas que abandonaron la provincia el último año se unen a otras 6.000 que lo hicieron en 2012. De ellos, en torno a la mitad son inmigrantes que volvieron a sus países de origen al quedarse sin trabajo.
La pérdida de población es general izada en toda la provincia, pues se dio en 85 de los 97 municipios de la provincia (el año anterior se dio en 56). La capital jiennense fue la que más población perdió en términos absolutos, con 555 habitantes menos.
Además, Jaén lidera el envejecimiento andaluz,con un índice en 2013 del 109,6%, frente al más bajo de Andalucía, Almería, con un 73%. La provincia cuenta con una población de mayores de 65 años del 17,94%. Eso sí, como nota positiva, la esperanza de vida en Jaén es la más alta de España, de 80 años en el caso de las mujeres y algo menos en hombres.
A la sangría demográfica se unen los desalentadores datos del paro. En 2013 tuvo una tasa de desempleo cuatro puntos por encima de la media andaluza y el impacto de la campaña oleícola 2012-2013, la peor de los últimos 25 años, tuvo su traslación en la pérdida de empleo en el comercio minorista.
Entre las recomendaciones prioritarias que efectúa el CES para cambiar esta tendencia regresiva figuran el fortalecimiento del sector industrial (casi el 90% de las empresas no tienen ningún empleado y solo 14 industrias tienen más de 250 trabajador); facilitar el acceso a las pymes a la financiación; promover mecanismos de regulación y gestión del mercado y avanzar en la concentración de la oferta para aumentar la renta de los agricultores; promover grupos empresariales cooperativos; potenciar la marca “Jaén, Paraíso Interior” como estrategia de marketing integral de destino turístico; luchar contra la economía sumergida; el incremento del presupuesto evitando los recortes en el gasto educativo (el año pasado se han perdido 1.300 becas universitarias, según el informe del CES); y más inversión en infraestructuras.