Entre gritos contra "el chantaje" y cánticos, varios miles de griegos llenaron hoy la céntrica plaza de Syntagma en Atenas para apoyar al Gobierno, en un momento de máxima tensión con los socios europeos.
La decisión del Banco Central Europeo (BCE) de no aceptar los bonos helenos como garantía en sus operaciones de refinanciación y los infructuosos resultados que han logrado el primer ministro, Alexis Tsipras, y el ministro de Finanzas, Yanis Varufakis, en su gira europea, han sido el detonante para que miles de personas hayan decidido mostrar su solidaridad con los nuevos gobernantes.
"No vamos a ceder al chantaje de nuevo", "El tiempo de que Grecia se arrodille y tenga gobiernos sumisos ha terminado" o "Merkel tiembla como una ramita" fueron algunos de los lemas más escuchados entre los cerca de 7.000 manifestantes, según cifras de la policía.
La convocatoria se gestó hoy de forma espontánea a través de un evento en la red social Facebook, que pocas horas después de su creación ya contaba con la participación de casi 3.000 personas.
"Estamos aquí para expresar nuestra solidaridad con el Gobierno. Desde el 25 de enero es el pueblo el que toma las decisiones en Grecia", dijo a Efe Dimitris, que aparcó su bici frente al Parlamento, donde, desde hace poco más de una semana, ya no existen vallas que corten el paso a los viandantes.
Los griegos pudieron acercarse hasta colocarse frente a la guardia real que custodia el monumento al soldado desconocido, a los pies del Parlamento, sin que hubiese apenas presencia policial, excepto unos pocos agentes que regulaban el tráfico de las avenidas cortadas, una imagen inusual hasta ahora.
Para Dimitris, la crisis "no es solo un tema de Grecia, sino de todos los pueblos europeos", y no se puede combatir "con políticas de austeridad que han fallado en los últimos cinco años".
Dimitra se enteró de la convocatoria a través de la radio y no dudó en acercarse hasta Syntagma, porque dice estar "indignada" ante la decisión del BCE, no porque tema por sus ahorros, "ya no tengo nada que perder", asegura, sino porque le parece que es una falta de respeto a la elección del pueblo griego.
Esta enfermera de 52 años afirma que solo espera de las negociaciones que "den esperanza a los jóvenes para que puedan encaminar su futuro", mientras de fondo se escucha la canción "Cuando el cielo se abra", todo un símbolo de oposición de la época de la Dictadura de los Coroneles.
La sensación más repetida entre los participantes fue la necesidad de demostrar a Europa que el pueblo griego está unido y dispuesto a que el nuevo Gobierno cumpla, paso a paso, sus compromisos electorales.
"Enfadado" con la respuesta de los socios europeos se muestra también Takis, un joven trabajador del sector privado, que dice tener "esperanza en que cambie la situación actual", aunque reconoce que teme lo que pueda pasar en el futuro.
Yorgos se enteró de esta concentración por sus hijos, "que sí que tienen Facebook", y decidió acercarse porque, aunque no votó por ninguno de los dos partidos que forman el Ejecutivo -el izquierdista Syriza y los nacionalistas Griegos Independientes- cree que necesita el apoyo popular para lograr una solución a la crisis.
Por las redes sociales circula ya una nueva convocatoria en diferentes plazas del país, como la de Syntagma, cuya fecha podría ser entre el 15 y el 16 de febrero, esta vez para apoyar la decisión del Gobierno de oponerse a los recortes impuestos por la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional).