El secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas, Ernesto Samper, aseguró al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, que Unasur rechazará de forma unánime cualquier intento de desestabilización al reiterar su respaldo al gobernante del país caribeño.
Samper atendió hoy a la invitación de Maduro que le pidió ayuda para impulsar un mecanismo de diálogo con el Gobierno de Estados Unidos, con el que mantiene tensas relaciones desde hace ya varios años, sin embajadores en las respectivas capitales desde 2010.
A esto se suman una serie de sanciones que han sido aprobadas recientemente por la administración estadounidense contra funcionarios venezolanos, mientras Maduro denuncia al gobierno norteamericano de apoyar un plan de golpe de Estado para derrocarlo, situaciones que han agudizado el escenario de conflicto entre las partes.
"Cualquier intento de desestabilización que se produzca en una democracia o intento de desestabilizar a un gobierno contará con el rechazo unánime de todos los países de Unasur", dijo Samper tras una reunión de poco más de una hora con Maduro.
El secretario de Unasur dijo haber escuchado "con la mayor atención" las informaciones que le dio Maduro sobre las actuales circunstancias "externas e internas" que atraviesa su país e indicó que las transmitirá al consejo de cancilleres de la institución regional para que se tomen las acciones necesarias.
Samper explicó, además, que la próxima semana habrá una reunión en Quito de cancilleres de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) "con el acompañamiento" de la secretaría de Unasur y con la "tal vez segura" participación de la presidencia pro témpore de Unasur "para recibir todas estas informaciones".
En ese encuentro regional, se espera que sean evaluadas todas las recomendaciones y se sugerirán acciones, según el representante del mecanismo regional y expresidente de Colombia.
Maduro, por su parte, apuntó que Unasur "debe seguir siendo garantía de democracia y paz en toda la región" y explicó que ha pedido al presidente de Ecuador, Rafael Correa, como presidente pro témpore de la Celac, que les "acompañe también como escudo protector de la paz y de la democracia en Venezuela".
Y mientras transcurría este encuentro, un portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos aseguró que "no ha recibido contactos" por parte de Unasur sobre un posible rol como mediador en las relaciones entre EE.UU. y Venezuela, e instó al Gobierno venezolano a comunicarse "directamente".
En este sentido, el funcionario, que pidió el anonimato, recordó que con Venezuela existen relaciones diplomáticas y señaló que el Gobierno del país caribeño "será bienvenido a comunicar sus puntos de vista directamente a través de estos canales".
Previamente, el presidente venezolano acusó al Gobierno estadounidense de estar detrás de un plan de golpe de Estado en su contra y pidió a su par estadounidense, Barack Obama, que lo detenga "a tiempo".
El presidente hizo la solicitud durante un discurso que ofreció en el acto de celebración del 23 aniversario del intento de golpe de Estado que encabezó el fallecido presidente Hugo Chávez en el que reiteró las denuncias que ha hecho en los últimos días sobre una supuesta intención de derrocarlo por parte de EE.UU.
Asimismo, criticó al director de la Agencia de Inteligencia del Departamento de Defensa estadounidense, Vincent Stewart, que recientemente dio a conocer un informe en el que pronostica una nueva ola de protestas en Venezuela, y señaló que el funcionario "lo que hace es leer un guión de guerra sucia" contra su país.
Y tras el encuentro con Samper, el gobernante venezolano también comentó que las puertas de su país están abiertas para que la Unasur, en coordinación con su Gobierno, activen iniciativas de diálogo político, después de que este proceso de conversaciones se suspendiera en mayo pasado.
Samper, por su parte, indicó que con Maduro coincidió en que "pueden existir condiciones para reactivar la tarea en la búsqueda de unos acuerdos políticos" y que se pueda pedir a los cancilleres de Colombia, Brasil y Ecuador, que han cumplido con la función de "servir de facilitadores" en el diálogo en Venezuela.
La alianza opositora venezolana Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y el Gobierno iniciaron el 10 abril del año pasado una serie de reuniones para tratar de superar la crisis política que atravesaba el país, con el auspicio de la Unasur y el Vaticano pero se suspendieron un mes después.
La crisis, venía además acompañada de una ola de protestas que con frecuencia se tornó violenta y dejó 43 muertos y cientos de heridos y detenidos.