Al menos trece personas, entre ellas tres trabajadores filipinos y dos ghaneses, murieron hoy en un ataque contra una explotación petrolera cerca de la ciudad Sirte, en el centro de la costa de Libia, informaron fuentes de Seguridad.
La mayoría de las víctimas fueron degolladas por los atacantes, que irrumpieron armados en el campo petrolero de Al Mabruk, a un centenar de kilómetros al sur de la citada localidad mediterránea, según las mismas fuentes.
En un principio, se había informado de que en la explotación participaba la compañía francesa Total, pero fuentes diplomáticas europeas confirmaron a Efe que la petrolera había abandonado la explotación y retirado su personal en 2013 debido al peligroso y creciente deterioro de la seguridad.
Horas antes, una portavoz de Total también había señalado a Efe que su empresa no es operadora de esa planta -aunque sea accionista-, que está bajo la responsabilidad de Mabrouk Oil Operations, una empresa dependiente de la compañía estatal petrolera libia.
Las noticias sobre el ataque al campo, ahora bajo control de la Compañía Nacional de Petróleo libio, circulaban desde esta mañana, pero no fueron confirmadas hasta que una fuerza de Seguridad privada de un área cercana regresó de la zona.
El campo se haya en un área desértica en la que se ha registrado actividad de movimientos yihadistas cercanos a la organización de Al Qaeda en el Sahel (AQMI) y del Estado Islámico, así como de traficantes de armas, drogas y personas.
Libia vive una situación de caos y enfrentamientos armados desde que en octubre de 2011 fue derrocado el régimen dictatorial de Muamar al Gadafi.
Desde entonces, el país mediterráneo está dividido, con un Gobierno rebelde en Trípoli y otro internacionalmente reconocido en Toubruk.
Ambos luchan por el control de la política y de los recursos naturales, en especial del crudo, apoyados por seguidores del antiguo régimen, milicias islamistas y nacionalistas, líderes tribales y señores de la guerra.