La imputación es un sinónimo de expulsión, el poder y los salarios están limitados y la dimisión existe. Son algunas de las principales líneas que la plataforma ‘Málaga para la gente’ ha incluido en su particular código ético.
El candidato a la alcaldía de la coalición, Eduardo Zorrilla, asegura que la intención es hacer política de una forma muy diferente a la conocida hasta ahora. Para llevarla a la práctica, primero los miembros de este partido la han redactado sobre un papel, y, con su firma, se han comprometido a cumplirla.
Para empezar, se han comprometido a introducir la palabra ética en la vida política. Y han suscrito un código ético que va más allá de las normativas vigentes.
Los integrantes de esta lista electoral, compuesta por las formaciones Izquierda Unida, Alternativa Socialista, Alternativa Republicana y diferentes colectivos sociales, se comprometen a renunciar a su cargo si no cumplen los compromisos que han adquirido.
Los cargos públicos que pudieran salir elegidos en las próximas elecciones deberán convocar asambleas para decir, de entrada cualquier pacto postelectoral y no podrán permanecer en el mandato más de ocho años.
Sus salarios quedarán reducidos a tres veces el mínimo interprofesional, es decir, unos 1.900 euros mensuales; se atendrán a un régimen de incompatibilidades con una actividad profesional fuera de la política que será de obligado cumplimiento cinco años después de que sean cesados del cargo que puedan llegar a desempeñar y quedan forzados a la renuncia en el momento en que sean imputados en cualquier procedimiento judicial.