El Papa Francisco ha planteado la posibilidad de fijar una fecha definitiva para la Semana Santa con el fin de que los cristianos católicos y ortodoxos celebren juntos la Pascua de Resurrección y en Jaén los cofrades y la Diócesis han aceptado con un “sí” el cambio de fecha porque el fin último es la unidad con otras confesiones. Se baraja que el Domingo de Resurrección se celebre siempre el segundo domingo de abril. En la actualidad, los ortodoxos celebran la Pascua de Resurrección una semana después que los cristianos.
El Vicario General y presidente del Cabildo Catedralicio, Francisco Juan Martínez , recuerda que “en la historia de la Iglesia siempre ha sido un problema la falta de unión ante cuestiones tan importantes como la celebración de la Resurrección de Cristo”. Martínez Rojas apoya la actitud de “apertura o disponibilidad” del Papa Francisco ante la posibilidad de cambiar la fecha de la Pascua de la Resurrección “con tal de llegar a un acuerdo con los ortodoxos”.
El Vicario General recuerda que “el problema” es que la Iglesia Ortodoxa sigue con el calendario juliano, el de Julio César. En 1582 hubo una reestructuración del calendario que llevaron a cabo sabios y matemáticos, muchos de ellos jesuitas, y que por haber sido promovido por el Papa Gregorio XIII, se llama gregoriano. Fue el día que murió Santa Teresa (4 de octubre de 1582) y ese día se le añadieron 11 días más y pasó a ser el 15 de octubre.
“Como era un cambio en el calendario promovido por el obispo de Roma, las iglesias orientales separadas de Roma nunca lo aceptaron y ellos siguen celebrándola con el calendario juliano, por lo tanto, celebran una semana después que los católicos la Pascua, el acontecimiento más importante para los cristianos”.
Martínez Rojas reconoce que “en todo el mundo occidental se ha impuesto el calendario gregoriano y es un retraso seguir con el calendario juliano, que además era imperfecto e iba acumulando retrasos”, pero que “todo sea por la unión”.
El presidente de la Agrupación de Cofradías y Hermandades de Jaén, Francisco J. Latorre, asegura que “el fin último, la unión de confesiones, es lo importante” y que como cristianos acatarán lo que el Papa Francisco considere “mejor”.
Todo ello alteraría la fecha de otras celebraciones católicas, como Pentecostés o el Corpus Christi, que igualmente son fiestas móviles y dependen por tanto de lo que dicte el calendario lunar.
