La Federación Española de Naturistas continúa a la espera de que el concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Cádiz, Manuel González, se ponga en contaco con ellos para hablar sobre la Ordenaza de Uso y Disfrute de las Playas y sobre la posibilidad de modificar esta norma para eliminar de ella las restricciones relacionadas con el nudismo.
Fuentes municipales aseguraron a este periódico que el equipo de Gobierno estudiaría la posiblidad cuando hubiese una propuesta formal. En este sentido, el presidente de la FEN, Ismael Rodrigo manifestó que “eso no es lo que me han dicho cuando me he puesto en contacto con el área que dirige el concejal, aunque lo veo lógico y no tendremos ningún problema en presentar esa propuesta. De momento estoy a la espera de que me llame, porque así se han comprometido con nosotros”.
La aprobación, modificación o retirada de una ordenaza necesita el apoyo de la mayoría absoluta del Pleno, por lo que la postura del PSOE vuelve a ser decisiva. A juicio de Rodrigo no debería de haber problema porque en 2010 tanto el PSOE como IU votaron en contra de la Ordenanza “utilizando para ello los mismos argumentos que les expuso la Federación”. Según Rodrigo, el PSOE en un primer momento pedía que se acotase la playa de Cortadura, pero al final defendió el argumento de que en la Ordenanza no se debía regular ninguna cuestión referente al nudismo, dando libertad al individuo para poder practicarlo o no.
Por este motivo, la FEN va a ponerse en contacto no sólo con el concejal del área, sino también con Martín Vila y con el portavoz del PSOE.
La FEN está aún a la espera de que el Tribunal Supremo se pronuncie sobre la Ordenza de Cádiz. Si el Alto Tribunal aplica el mismo argumento que en Barcelona y Aro, la Federación tendrá que hacer frente al pago de 3.000 euros por las costas del procedimiento.
Barcelona y Valladolid darán marcha atrás. En 2009 los tres municipios que regularon el nudismo en ordenazas fueron Cádiz, Barcelona y Valladolid. En el caso de este última, el nuevo alcalde se comprometió en su discurso de investidura a retirar esta restricción, por lo que los ciudadanos podrían pasearse desnudos si así lo estiman por la calle. En Barcelona ocurrirá previsiblemente lo mismo, ya que el partido que gobierna con Ada Colau, el CUP, no sólo se manifestó en contra de la ordenaza sino que además la denunció en los tribunales.
