Hoy era el día que Susana Lupiáñez, conocida como “La Lupi”, llevaba toda su vida esperando. El Teatro Cervantes le ha dado grandes éxitos. Y ahora, la huella de sus manos, esas que han acompañado a artistas de la talla de Miguel Poveda, se estampan para siempre en el paseo de las estrellas de este espacio querido. La bailaora malagueña no podía contener la emoción.
Como tampoco puede la Lupi evitar los nervios al pensar que este martes 21 de julio volverá a poner sobre el escenario del Cervantes Cartas a Pastora, un espectáculo homenaje a la gran Pastora Imperio, que surgió tras una performance a petición del Museo Thyssen en una muestra sobre Julio Romero de Torres.
Aquel encargo se ha convertido en un proyecto que ha sembrado el aplauso del público y la crítica, aquí, meses atrás en el Echegaray y el Cervantes y en su reciente estreno en el Teatro Fernán Goméz Madrid, y que ahora quiere volar lejos. A imagen y semejanza de la artista sevillana, de la que asegura era una mujer que bailaba como vivía.
Una pieza dirigida por Ángel Rojas, que se enmarca dentro del ciclo Alrededor del Flamenco del Festival Terral 2015.
