El poder en el Betis se sigue dirimiendo otra semana más en los juzgados de la capital hispalense; unos con el objetivo de destronar al ahora dueño de nuevo del paquete mayoritario del club verdiblanco, Manuel Ruiz de Lopera; y este último, en defensa de sus derechos readquiridos después de cinco largos años de batallar en los tribunales.
En estas, un nuevo capítulo se está gestando desde que el pasado viernes se celebrara la vista en el Juzgado de lo Mercantil número 1, acerca de si se deben o no, dictaminar medidas cautelares que de adoptarse, supondrían la pérdida de los derechos políticos del 31,38 por ciento de las acciones de la entidad de Heliópolis por parte de Lopera, cuya propiedad está en litigio.
Así, a pesar de que los abogados del máximo accionista intentaron retrasar la citada vista debido a un presumible defecto en el plazo de notificación; el juez Javier Carretero terminó escuchando los argumentos de los solicitantes, que piden que esas acciones queden bajo una administración judicial mientras se prolongue el proceso.
Una resolución que sin lugar a dudas sería decisiva para la gobernabilidad del Betis, ya que el próximo viernes 31 de julio entrará en vigor el auto dictado por la Audiencia Provincial el pasado 10 de este mes que devolvía a Lopera la mayoritaria.
Sin embargo, no dejó a nadie indiferente la actitud de la defensa del exdirigente verdiblanco, puesto que insistieron en que el acuerdo de venta a Bitton Sport sigue vigente amén de su pretensión explícita de concretarlo, sin tenerse en cuenta en este caso, la condición suspensiva que podría aplicarse por el impago tras la intervención; lo que supone que en el caso de que no haya medidas cautelares, el mando de la institución bética podría regresar a manos de Luis Oliver.
Por otro lado, Béticos por el Villamarín ha presentado un escrito en el Consejo Superior de Deportes para alertar de los movimientos de la mencionada sociedad vinculada a Oliver, asegurando que la compra-venta de dichas acciones fue simulada.
Así las cosas, con todas las cartas ya puestas sobre la mesa, todo queda a expensas del auto que podría deparar cambios sustanciales de cara a la Junta del 23 de septiembre.
