La Delegación Territorial de Educación en Sevilla ha insistido en que el alumno escolarizado en el Centro de Educación Primaria 'Beato Juan Grande' de Carmona, cuyo padre se encuentra en huelga de hambre a las puertas de la Delegación en señal de protesta para solicitar un monitor para su hijo, cuenta desde el inicio de curso con los recursos asistenciales y docentes "que requiere, teniendo en cuenta su dictamen", es decir, el documento que prescribe los recursos humanos y materiales que necesita, así como la modalidad de escolarización más adecuada al alumno, "que en este caso es la necesidad de atención asistencial puntual".
Según indica la Junta andaluza en un comunicado, el menor presenta un proceso "normalizado" en todas las áreas de desarrollo y una competencia curricular correspondiente a la etapa que cursa. Además, señala que la administración educativa ha iniciado el seguimiento, como en el resto de alumnado de necesidades específicas de apoyo educativo escolarizado en primero de Educación Primaria, de cuantas medidas, en este caso asistenciales, se precisen al ser este caso una modalidad de escolarización que "no requiere recursos docentes especializados".
De este modo, añade que el alumno se encuentra escolarizado en el centro de la localidad elegido por sus padres y la asignación de recursos y horarios es "adecuada a la necesidad de asistencia que el menor necesita para su correcta escolarización".
Para ello, detalla que en una reunión mantenida el 24 de septiembre con los directores del CEIP 'San Blas' y del CEPR 'Beato Juan Grande' en la que, vista la evolución y valorando las necesidades de ambos centros, se determinó que el horario del monitor de Educación Especial debía ser de 9,00 a 10,00 horas en el primero de estos centros y de 10,00 a 14,00 horas en el 'Beato Juan Grande'. Esta decisión, así como cuantas otras afecten a la vida escolar del alumnado, fue comunicada a las familias, según asegura.
Asimismo, indica que esta administración ha mantenido reuniones con los directores de los centros, equipos de orientación educativa, técnicos, ayuntamientos, grupos políticos y sindicatos que se han interesado por el asunto, así como con el padre del menor, "informando en todo momento de la situación".
En este marco, señala que uno de los principales objetivos de la Consejería de Educación es luchar por una educación "justa y de calidad, fundamentada en la inclusión y en la normalización como pilares básicos". Para ello, considera necesario clarificar cuáles son las funciones de los diferentes profesionales que trabajan para este alumnado y entender que los recursos de monitor de Educación Especial tienen tareas "básicamente asistenciales y, en ningún caso, curriculares", por lo que "no se puede pretender disponer de este recurso a tiempo completo atendiendo a un solo alumno cuando en ese momento no está requiriendo de una función asistencial".
Señala también que los recursos de "difícil generalización no pertenecen a alumnos en concreto, sino que son recursos de centro, por lo que un monitor de Educación Especial está para apoyar necesidades asistenciales". Sin embargo, matiza que durante el tiempo que el alumno no está requiriendo de estas funciones, este profesional puede estar atendiendo a otros alumnos del centro o de otro centro "si así se ha considerado valorando las necesidades tanto de los distintos alumnos como de los diferentes centros".
Por todo ello, "el alumno cuenta desde principio de curso con la atención adecuada a sus necesidades y la administración educativa no va a ceder ante presiones manifiestas que no estén fundadas en la normativa de aplicación y en los informes técnicos".
