La noche del domingo lo deslizó y el lunes guardó silencio aunque sus fieles allanaron el camino, pero finalmente ayer, a tumba abierta y delante de un micrófono, Susana Díaz le lanzó a Pedro Sánchez la más dura de las advertencias: debe asumir que su lugar natural tras el 20D es la oposición y aparcar toda aventura de intentar conformar un Gobierno a mil bandas. El entorno de la presidenta había transmitido que no habría un posicionamiento firme antes del cónclave del Comité Federal del partido que debe analizar los resultados electorales, previsto inicialmente para el sábado pero aplazado ahora al lunes. Ayer, sin embargo, Díaz aprovechó que se celebraba Pleno en el Parlamento para reunir a su grupo en la Cámara, colocarse frente a ellos y, en una declaración abierta a la prensa, fijar el cuaderno de ruta. Y de qué forma.
Por si alguien albergaba dudas, el PSOE andaluz también ha marcado sus líneas rojas. El mensaje de Díaz, lanzado en Sevilla, tenía en realidad claro destinatario en Madrid, y más aún en la sede de Ferraz. Ante los diputados, la presidenta recomendó a su jefe de filas, con el que mantiene una tensa relación camuflada por la cita electoral, que pronuncie en las próximas semanas un doble no. El primero a Mariano Rajoy y a sus aspiraciones de ser investido presidente con el apoyo del PSOE, algo que ni por asomo pasa por la cabeza de la secretaria general andaluza. Pero el trascendental, y sobre el que Sánchez continúa deshojando la margarita, es el que cree la baronesa que debe servir para zanjar toda posibilidad de acuerdo con Podemos.
Sin medias tintas, dando portazo a la especulación, Díaz recomendó al candidato socialista evitar el “aventurismo” que encarnaría una alianza con Pablo Iglesias como referente. Buscar su apoyo implica, alertó, aparecer ante la opinión pública como “un partido de oportunismo”. Y como argumentario, aclaración con estocada directa a Iglesias: la presidenta le acusa de “prepotente” y de “renunciar a la defensa de España y a la convivencia por un puñado de votos”, en clara alusión a la condición del referéndum catalán que trazó el lunes Podemos para comenzar a negociar. “No estamos dispuestos a eso”, sentenció.
¿Otra vez a las urnas?
Negativa a apoyarse en Podemos pero, al mismo tiempo, a contribuir a que Rajoy conserve La Moncloa porque el PP “ha hecho mucho daño a los españoles”. Díaz no tiró de futurología, pero en su discurso se intuye que la estrategia del PSOE andaluz pasa por dos frentes: consentir alguna fórmula para que Rajoy forme Gobierno, si puede, y que en eso caso sufra las consecuencias de una minoría tan insuficiente que conduzca de forma inexorable a las urnas. “Cumpliremos nuestra palabra y votaremos rotundamente no a Rajoy”, insistió.
Sólo media hora antes, el portavoz del Gobierno andaluz, Miguel Ángel Vázquez, había reprochado al PP andaluz que reclame ahora al PSOE que favorezca la investidura de Rajoy cuando hace meses bloqueó la de Díaz.
Moreno cree que el “efecto se desinfla”
El líder del PP andaluz, Juanma Moreno, sacó pecho ayer ante el Comité Ejecutivo de su partido para dar por sentado que el 20D demostró que “se ha desinflado el efecto Susana Díaz”. Entre los méritos del PP, aseguró, luce que quedara a sólo un diputado y dos senadores de los socialistas, reduciendo a apenas 2,5 puntos la diferencia de votos entre ambos. “El PSOE ha roto su suelo”, enfatizó.
