El Mecanismo para Tribunales Penales Internacionales de la ONU informó hoy de que acepta la petición de libertad provisional del exjefe de los servicios secretos serbios Jovica Stanisic y su adjunto en el cargo Franko Simatovic, colaboradores del antiguo presidente yugoslavo Slobodan Milosevoc.
Los dos fueron absueltos en 2013 de crímenes de guerra cometidos presuntamente entre 1991 y 1995 y están pendientes de que se les haga un nuevo juicio, según determinó el Tribunal Penal para la Antigua Yugoslavia (TPIY) el pasado 15 de diciembre.
Según la decisión dada a conocer hoy por el Mecanismo, con sede en La Haya, Stanisic y Simatovic serán transportados a Serbia, donde quedarán bajo la custodia de las autoridades de ese país.
Antes de su marcha deberán comunicar la dirección en la que vivirán, deberán fichar cada día en una comisaría de Policía y no podrán salir de los límites de la ciudad de Belgrado.
Ambos deberán regresar a La Haya en la fecha que determine el tribunal y, en su vuelo de vuelta deberán ir acompañados de oficiales serbios, que entregarán su custodia a las autoridades neerlandesas a su llegada a los Países Bajos.
También confirmó que los servicios médicos de la corte estarán pendientes por si es necesario consultarles sobre los problemas de salud de Stanisic.
El día 15 la sala de Apelación del TPIY dio la razón a la Fiscalía, que recurrió la sentencia del 30 de mayo de 2013 que absolvió a los dos acusados al considerar que no se podía demostrar su responsabilidad.
La Fiscalía acusó a ambos de haber dirigido, organizado, equipado, armado y financiado a las unidades secretas de las agencias serbias de seguridad que participaron en asesinatos y deportaciones masivas de croatas, bosniocroatas y musulmanes bosnios durante las guerras de Croacia y Bosnia-Herzegovina.
Además, entre los cargos presentados, figuran asesinato, deportación, palizas, detenciones ilegales, abusos sexuales y trabajos forzados, todos ellos presuntamente cometidos entre 1991 y 1995.
Los jueces precisaron en 2013 que los acusados participaron efectivamente en la organización de esas unidades secretas, pero emitieron un fallo de absolución al no poderse demostrar la "intención" a la hora de planear los crímenes.
