El PSOE tiene previsto incluir el objetivo de déficit entre las prioridades que va a negociar con los grupos parlamentarios para la posible formación de Gobierno y entre las opciones que se barajan, no se descarta incluir propuestas para corregir el déficit de la Seguridad Social o la de presentar un paquete de reformas a Bruselas para defender la necesidad de diferir o ampliar el plazo de cumplimiento del mismo ante una hipotética negociación con la Comisión. El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, dejó claro esta semana su compromiso con el cumplimiento de los objetivos de déficit y anunció el viernes que mañana a las 10:00 horas estará colgado en la web del partido el documento con las prioridades en la negociación que harán llegar a los partidos con los que se ha reunido hasta ahora.
Los socialistas son conscientes de que no se pueden obviar los requerimientos que viene haciendo Bruselas desde que se inició el último trimestre del pasado año cuando la Comisión constató la posibilidad de que España se desviara en el cumplimiento del objetivo de déficit marcado para 2015, que era del 4,2 por ciento. Ya entonces, el Comisario Pierre Moscovici lanzó serias advertencias al Ejecutivo de Mariano Rajoy para que corrigiera los Presupuestos de 2016 e incluyera nuevos ajustes.
Y esta misma semana, el mismo Comisario europeo ha vuelto a la carga tras comprobar que el déficit español se situó el pasado año en el entorno del 4,8 por ciento, en cifra provisional. "Sea cual sea el nuevo gobierno debe hacer ajustes en 2016", advirtió al tiempo que reclamaba de nuevo un Presupuesto actualizado. España, dijo, "debe tomar medidas para cumplir las reglas".
No es algo que haya pillado por sorpresa al PSOE que ya, desde antes de la campaña electoral contaba con la posibilidad de tener que abordar este escenario. Por ello, el equipo negociador de Pedro Sánchez tiene previsto poner encima de la mesa de negociación con los partidos políticos un paquete de medidas que sirvan para corregir el déficit excesivo de las cuentas públicas, sabiendo que la petición de la Comisión puede alcanzar recortes de hasta 9.000 millones de euros.
Sin embargo, el planteamiento de los socialistas quiere ser más ambicioso que el puro hecho de meter la tijera, y menos en una situación como la actual en la que el país ha salido de la recesión, pero no de la crisis. Por ello, no descartan de entre las diferentes opciones, la de presentar un paquete de medidas que incluyan reformas que respalden ante la Comisión la posibilidad de ampliar el plazo para el cumplimiento de los objetivos de déficit. Una opción nada fácil si se tiene en cuenta que, aunque Bruselas lo ha admitido en otras ocasiones, no ha sido en un escenario de crecimiento económico como el actual, en el que la economía española ha aumentado su PIB un 3,2 por ciento en 2015.
De hecho, entre los objetivos que ya anunció el PSOE en campaña está el de aumentar los ingresos a través de varias vías, entre ellas, la puesta en marcha de un plan contra el fraude fiscal y otro para aflorar los ingresos por economía sumergida que repercutirían directamente en un aumento de la recaudación por IVA, la recuperación del impuesto de Patrimonio o el de Sucesiones.
Pero los socialistas tampoco renuncian a incluir entre estas medidas la corrección de uno de los desequilibrios que más está influyendo en la configuración del déficit público como es el déficit de la Seguridad Social. La necesidad de abordar el sostenimiento financiero del sistema de pensiones es algo reconocido por todos los partidos. El PSOE ya apuntó la posibilidad de un impuesto finalista para hacer viable el sistema como ya aplican otros países de la UE.
Esta preocupación viene respaldada por las cifras de déficit que se han venido registrando en los últimos años, que han obligado a echar mano de la "hucha" de las pensiones que podría agotarse en 2018 de seguir el ritmo actual.
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) estima que el déficit de la Seguridad Social en 2015 es similar al de 2014, a pesar de haber habido un aumento de más de 500.000 cotizantes en el último ejercicio debido a los ajustes salariales, a los bajos salarios de los nuevos cotizantes y a las tarifas planas de cotización para los que se incorporan al sistema. Y prevé que el déficit sea del 1 por ciento en 2016, es decir, de 10.000 millones. Fuentes socialistas explican que sólo con corregir el déficit de la SS se solucionaría de sobra el ajuste que pide Bruselas.