El Ejército sirio tomó hoy el control de las localidades de Bala y Shalaf, en el norte de la provincia costera de Latakia, así como una central térmica en la región septentrional de Alepo que estaba en manos del grupo terrorista Estado Islámico (EI).
Una fuente militar, citada por la agencia de noticias oficial siria, SANA, precisó que unidades castrenses eliminaron "posiciones y fortificaciones de terroristas" en Bala y Shalaf y causaron un gran número de bajas en sus filas.
Los soldados trabajan ahora en la desactivación de explosivos colocados por sus oponentes para impedir el avance del Ejército.
SANA recordó que durante la jornada de ayer las fuerzas armadas sirias, en cooperación con grupos de defensa popular -milicias progubernamentales, "restauraron la estabilidad y la seguridad" en las zonas de Rueiset al Jalta, Ard al Qarm, Dahret al Krum y el punto 665, en el norte de Latakia.
Esta provincia es uno de los bastiones en la costa siria del régimen de Bachar al Asad, que se enfrenta en su mitad septentrional al Frente al Nusra, filial de Al Qaeda en este país, y a otras facciones armadas.
Por otro lado, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos destacó que los efectivos gubernamentales, apoyados por milicianos sirios y extranjeros y la aviación nacional y la rusa, arrebataron hoy al EI el dominio de una estación térmica en el norte de Alepo.
Esa central lleva dos años sin funcionar, después de que los yihadistas se hicieran con su control y la convirtieran en una de sus bases en Alepo.
Estos avances del Ejército sirio coinciden hoy con una visita a Damasco del enviado especial de la ONU Staffan de Mistura, quien hoy se entrevistó con el ministro sirio de Asuntos Exteriores, Walid al Mualem, en un intento de impulsar el proceso de paz y promover el alto el fuego propuesto por Washington y Moscú.