El pasado domingo, a causa del temporal de viento que se vivió, entre otros lugares, en la capital onubense, la mítica palmera de la plaza Quintero Báez se zarandeaba como si ebria estuviera, de un lado a otro, sujeta por la delgadez de su tronco y dando la impresión de que en cualquiera de los fuertes soplidos del aire acabaría reposando en el suelo onubense. Afortunadamente así no ocurrió, todo quedó en un susto, y no pasó como en la Casa Colón, donde una de sus palmeras acabó sucumbiendo ante la fuerza del viento.
Después de ese día de temporal de viento, fueron muchos los onubenses que, a través de las redes sociales, se preguntaron por la seguridad de este simbólico árbol en el corazón de Huelva, cuestionando si estaba preparado para más acometidas del viento y debatiendo sobre si no sería más conveniente quitarlo y así eliminar un riesgo potencial para los viandantes.
Pero afortunadamente ese riesgo parece que no existe. Así lo aseguraron este martes a Viva Huelva fuentes del Ayuntamiento de Huelva, que fueron tajantes a la hora de responder a la pregunta sobre la supervivencia o no de la Palmera: “No se va a cortar”.
Lo que sí se va a hacer en próximas fechas es un trabajo para evitar riesgos ante futuros temporales. Estas labores, según indicaron estas mismas fuentes, consistirán en una “poda exhaustiva” del árbol con el objetivo de quitar elementos salientes y aliviar peso para evitar así posibles desprendimientos.
Asimismo, estas fuentes indicaron que los operarios municipales usarán escaleras de los bomberos municipales para llegar a los puntos más altos del legendario árbol para llevar a cabo las labores de limpieza pertinentes para minimizar los riesgos ante posibles caídas de ramas u otras partes del tronco del árbol.
Estas labores no forman parte de ningún plan especial del Ayuntamiento de Huelva, sino que aprovechando otras labores de poda que se están haciendo en la ciudad y teniendo en cuenta la cercanía del temporal del domingo, se llevarán a cabo para poner el parche antes de que salga el grano.
Por otra parte, las fuentes consultadas por Viva Huelva aseguraron a este periódico que este árbol, que se ha convertido en una de las principales señas de identidad de la entrada al centro de la capital desde Pablo Rada, tiene la flexibilidad y fuerza suficientes como para seguir formando parte del paisaje onubense sin temor a desprendimiento.
De esta manera, fuera temores, y aunque en próximas visitas de fuertes vientos, la Palmera vaya de un lado a otro y parezca que vaya al suelo, permanecerá erguida para seguir posiblitando que muchas de las citas céntricas se cierren con un “nos vemos en la Palmera”.