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Rota

Luis Alfonso Espinar pregona al Rocío desde las vivencias y recuerdos de un auténtico romero

Emotivo pregón el pronunciado por el roteño, en el que contó con la participación del antiguo coro de la Hermandad y de sus hijos, que le presentaron

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La Hermandad del Rocío de Rota celebraba el pasado sábado noche su pregón, que este año ha sido pronunciado por el hermano Luis Alfonso Espinar. Ante una iglesia del Carmen llena hasta la bandera, el pregonero supo transmitir a los rocieros roteños los recuerdos y vivencias de un romero entregado, trasladando a los presentes desde la emoción hasta la risa con la sencillez de sus palabras.

El que ha sido este año pregonero de la Semana Santa roteña, Manuel Laynez de los Santos, fue el conductor de este acto, introduciendo en primer lugar al antiguo coro de la Hermandad, del que el pregonero formó parte, y que dedicó a Luis Alfonso Espinar dos sevillanas escritas para darle ánimos para su pregón. Un gesto que emocionó al pregonero, al que todavía le quedaban sentimientos por vivir. Y es que el presentador daba paso entonces a los hijos de Espinar, Mónica María y Luis Antonio, que retrataron con palabras llenas de cariño y sencillez a su padre, un rociero "de los de verdad", que ha sabido transmitirles a sus hijos sus dos pasiones: el Nazareno y la Virgen del Rocío. De forma emocionada y transmitiéndolo así al público, los hijos del pregonero supieron hacer la mejor presentación de un hombre que no pudo más que abrazarse a sus hijos y a su esposa Mónica antes de subir al estrado y encomendarse a la Virgen del Rocío.

Y así, y por espacio de algo más de una hora, Luis Alfonso Espinar pregonó, dedicándole el que ha sido el XXXVIII pregón del Rocío de Rota a su prima Inma, fallecida hace poco tiempo, y a queridos familiares que ya no están, haciendo brotar las lágrimas en algunos de los presentes. Un pregón que él mismo ya adelantó que sería "sencillo y humilde" como la hermandad a la que pertenece, un pregón "discreto y lleno de vivencias" ya que dejó claro que si de algo podía hablar era de su amor por la Virgen. "Ya se han dicho muchas cosas del Rocío y mejores de las que pueda decir yo, pero el Rocío hay que experimentarlo, y yo puedo hablar de eso con conocimiento", explicaba el pregonero, que quiso hacer que todos los hermanos rocieros se sintieran identificados con su experiencia.

Así, entremezclando anécdotas familiares con los orígenes de la Hermandad, una de las más antiguas de Andalucía, y de la nunca perdida fe rociera en Rota, Luis Alfonso Espinar explicó cómo cuando recayó sobre su persona el honor de ser pregonero del Rocío sintió temor al principio, pero que encomendándose a la Virgen del Rocío, al Nazareno, a la Virgen del Carmen y a la Patrona fue encontrando las fuerzas y la inspiración para pregonar.

Su afán por transmitir a sus hijos su fe y su entrega a las que calificó de "las dos madrugadas más especiales", la del Nazareno y la del Rocío, y sus vivencias, el recuerdo hacia su abuela, hacia su peña, con la que realizó sus primeras peregrinaciones, y esos detalles que se han quedado en su retina fueron desgranados poco a poco, de forma cercana, a veces en verso y otras en prosa, pero siempre dejando claro que su sentimiento rociero no tiene límites. Arropado en todo momento por sus familiares y amigos, y en algunos instantes por la maravillosa voz de su esposa Mónica, Luis Alfonso Espinar supo llevar a todos los presentes a las marismas rocieras para vivir un Rocío sin igual.

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