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Siete horas en camino para 15 minutos de radioterapia

Un policía nacional jubilado de La Línea se ve obligado a ir en ambulancia a Sevilla para cometerse al tratamiento. Su familia está indignada con Muface

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  • Juan José subiendo a la ambulancia -
  • "Mi padre casi llora cada vez que tiene que subir y bajar de la ambulancia"
  • "Todo es una cuestión de dinero, porque priorizan los intereses de las compañías con las clínicas, y no la salud"

Juan José tiene 61 años, vive en La Línea y parece mieloma múltiple, un tipo de cáncer de la médula ósea.

Sufre dolores "insopotables", según nos explica su hijo, Juan Manuel. Pero lo peor de todo es que, enfermo como está, tiene que ir cada día a Sevilla para recibir el tratamiento de radioterapia que se le ha prescrito.

"Es totalmente inhumano, porque se tiene que levantar cada día a las 5.00 de la mañana. Viene una ambulancia de Cádiz a recogerlo a casa a las 6.00. De allí van a recoger a otro paciente a Villamartín, por lo que se desvían 60 kilómetros, y retoman el camino a Sevilla", relata Juan Manuel. Toda una odisea que supone que Juan José tenga que hacer cada día 600 kilómetros sentado en una ambulancia en la que solo va el chofer, pues no está medicalizada.

Así, los 15 minutos de radioterapia se traducen a diario en siete y hasta ocho horas de agonía, pues Juan José, a pesar de llevar parches de morfina, sufre grandes dolores, además de los efectos secundarios del tratamiento como pueden ser las diarreas o la inflamación de la cadera. "Mi padre casi llora cada vez que tiene que subir y bajar de la ambulancia", lamenta su hijo.

¿Por qué a Sevilla?

Juan José era funcionario de la Policía Nacional y se jubiló hace cuatro años, cuando le detectaron la enfermedad. La cobertura sanitaria la tiene con Muface y el servicio lo presta Asisa.

Ha pasado ya por dos autotrasplantes y el año pasado requirió también radioterapia. "En aquella ocasión se lo hicieron en una clínica en Algeciras. Pero este año, con una recaída, nos hemos visto obligados a llevarlo a Sevilla".

La cuestión es que, según dice, solo les daban dos alternativas: Málaga o Sevilla. En el primero de los casos, no había opción de traslado y los hijos del enfermo trabajan, por lo que les resultaba imposible llevarlo cada día. "Estamos indignados, porque Muface y Asisa se culpan mutuamente, pero el que está sufriendo es mi padre", indica Juan Manuel. "Hemos llegado, incuso, a pensar en acudir al juzgado, porque nos parece intolerable que un paciente tenga que hacer un camino tan largo estando enfermo. Todo es una cuestión de dinero, porque priorizan los intereses de las compañías con las clínicas, y no la salud".

Juan José llega a su casa cada día cerca de las tres de la tarde "y se ve obligado a meterse en la cama hasta el día siguiente", porque su cuerpo no puede más. A la enfermedad se suma el trasiego diario y la incomodidad de ir en la ambulancia sentado durante tanto tiempo, cuando tiene graves problemas en los huesos".

Su familia ha querido sacar a la luz su historia no ya por él, sino por todos los enfermos que puedan verse en una situación similar. "La prioridad debe ser siempre la salud del paciente. No es lo mismo ir a Algeciras que hacer 600 kilómetros todos los días".

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