El grupo conservacionista Verdemar Ecologistas en Acción encabeza la marcha de protesta que tendrá lugar el próximo día 28 de febrero bajo el lema Respirar Duele y que tiene como principal foco la reivindicación de un estudio epidemiológico de la zona.
La presidenta de Verdemar, Raquel Ñeco, pone de manifiesto que el colectivo ecologista va a cumplir treinta años en el Campo de Gibraltar, “los mismos que llevamos solicitando el estudio epidemiológico sin que nos hagan caso”, y recuerda que la primera vez que se reclamó fue en 1989.
El motivo, para Ñeco, es claro: “La Administración no quiere. Nosotros tenemos varios presupuestos. El más caro ronda los 60.000 euros y sería lo suficientemente completo para saber qué está pasando aquí”.
Además del estudio, la marcha servirá para denunciar “la pasividad de la Administración pública en lo referente a los paneles de medición”, ya que “el de Puente Mayorga lleva más de cinco años sin funcionar”.
La dirigente ecologista entiende que los núcleos urbanos más cercanos al polo industrial “deben tener los paneles, como mínimo, como los de La Línea y el de San Roque, donde se reflejan los contaminantes que hay en el aire y las consecuencias para el organismo de estas expuestos, no como el que teníamos, que sólo informaba del SO2, NOX y PM, sin especificar, sólo bueno, malo o regular”.
La información al ciudadano será otro de los focos principales de la protesta, ya que exigen a la Junta “que cumpla con la normativa europea, que prevalece sobre la española, y que dice que las administraciones públicas tienen la obligación de informar a los ciudadanos sobre la calidad del aire por los canales de información de más fácil acceso a los ciudadanos”.
“La Junta incumple totalmente la normativa europea”, señala Raquel Ñeco, que defiende que Verdemar ha solicitado “en muchas ocasiones que se pongan en funcionamiento mediciones a tiempo real por internet cuando se detecte que algo va mal”.
Además, denuncian que “no hay planes de emergencia ni de evacuación. Cuando ocurre algo, lo que hace la gente es tirarse a la calle, porque por no haber ni siquiera hay megafonía en los núcleos urbanos para poder indicar qué está pasando y que no se creen alarmas injustificadas”.
Así, ante una emergencia, “lo único que podemos hacer es llamar al 112, que nos dice que ya tiene constancia y que avisará a las administraciones competentes, pero a quien llama es a Policía Local, Policía Nacional y Guardia Civil, que no tienen ni competencias ni medios para actuar en las grandes industrias”.
La marcha convocada por Verdemar, que se celebrará el día 28 de febrero en Algeciras, servirá para canalizar todas estas cuestiones y hacerlas llegar a la Subdelegación de la Junta. Se tratará de la mayor protesta por la situación medioambiental en la comarca de los últimos años.
Malos olores
La proximidad de las casas al polo industrial es uno de los principales factores de riesgo que denuncian los ecologistas. Raquel Ñeco avisa de que “están haciendo desaparecer a barriadas, como la de La Colonia de Puente Mayorga, y no entendemos cómo el Ayuntamiento de San Roque puede darle a Cepsa 35 hectáreas más para unidades de producción, es decir, para contaminar más, que además están en Guadarranque, prácticamente dentro del pueblo”.
Ñeco, vecina de la zona, asegura que los malos olores son “día sí, día no. Depende de los vientos, vienen para la zona de Puente Mayorga o de Guadarranque. Cuando ese olor llega a tu casa, sabes que respirar es cancerígeno, porque son compuestos orgánicos volátiles. No pueden decir que nuestro aire es como el de la sierra de Cádiz, porque eso es imposible”.
La presidenta de Verdemar recuerda los episodios más recientes de la refinería de Cepsa, como el corte eléctrico que provocó hace dos semanas la humareda negra en sus antorchas; y el accidente de la monoboya, que provocó un vertido del que se vio afectada toda la playa de El Rinconcillo. La conclusión para Ñeco es clara: “O nos ocultan la verdad defendiendo a las industrias, o las mediciones no funcionan”.
Junta
La Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía en Cádiz se defendió ayer de las acusaciones de los grupos ecologistas, afirmando que desde la Administración autonómica se han realizado ya un total de 11 estudios epidemiológicos sobre el Campo de Gibraltar.
Como principal conclusión, las fuentes del Gobierno andaluz consultadas por este diario apuntaron que el mayor índice de mortalidad registrado en la comarca no guarda una relación directa con la contaminación ambiental que pueda proceder de las industrias, sino que “se debe a patologías asociadas a estilos de vida”.
Especialmente, señalaron como causa principal al tabaquismo, “que ha presentado una alta prevalencia en la comarca debido a las industrias tabacaleras presentes en Gibraltar y al mercado negro existente en la comarca, a consecuencia de las mismas y de la situación económica”.