Como ha ocurrido en este y en otros grandes acontecimientos festivos, las ganas de juerga han podido con los elementos adversos. La lluvia, que se tornó en intensa durante toda la mañana del sábado, dio una agradecida tregua poco después de la salida de la cabalgata de carnaval, que tuvo lugar un año más desde la avenida Alfonso X El Sabio, en el Barrio Bajo.
Como cabía de esperar, la intempestiva jornada acabó desluciendo el desfile de máscaras al restarle afluencia, pero finalmente el público se envalentonó y se sumó masivamente a medida que la avalancha humana iba avanzando por las calles del casco antiguo, portando incluso algunos artefactos cuyo paso por el conjunto monumental sí estuvo permitido por la organización, no así las carrozas, tres tan solo, que tuvieron que tomar obligatoriamente por Debajo de la Peña. Se trata de las dos carrozas municipales, entre ellas la de las Molineras, y una particular. No obstante, y como medida acertada, la presencia constante de la Policía Local a pie en medio de la cabalgata, provocó que el desfile discurriera de manera ordenada dentro de lo que cabe y sin incidentes que a día de hoy se puedan lamentar.
Cuando la cabalgata alcanzó la calle Corredera y se le pudieron unir las carrozas, se alcanzó el momento de mayor gloria de la considera la cita más populosa en torno a las fiestas de don Carnal.
El lunes trascendía que los ganadores del concurso de disfraces colectivos fueron ‘Los legionarios’, el grupo de las hermanas Barba y el centro ocupacional Juan Candil.
