David Medina nació en Cádiz en diciembre de 1984, creció en Rota y desde hace hace cuatro años desarrolla su actividad profesional como tallista en su taller propio del barrio de Santiago, ya en Jerez, ciudad en la que ha fijado su residencia. Allí da forma a varios de los pasos de la Semana Santa de Jerez que se encuentran actualmente en fase de elaboración.
La Misión, Humildad y Paciencia, Loreto o La Sed son algunas de las cofradías que han depositado su confianza en este joven tallista que se inició en el oficio gracias a una escuela taller dirigida en Rota por el gran artífice sevillano Manuel Guzmán Bejarano, al que junto al jerezano Antonio Benegas considera sus maestros. Se adentró en este oficio porque le apasionaban “la Semana Santa y el arte en cualquiera de sus modalidades”, si bien en un principio no pensaba que esa inquietud le pudiera proporcionar un empleo estable.
Reconoce que “todavía es un poco prematuro” encuadrarle en un estilo determinado, pero le gusta “el dibujo más armonioso, más elegante”, del tipo del que desarrollaba el maestro Guzmán Bejarano. “Eso no significa que se trate de copiar a nadie, pero él también bebió de la fuente de los retablos o los altares”, puntualiza.
Un sector muy específico
El taller está abierto a todo tipo de encargos de talla en madera pero, “aunque se han hecho cosas para particulares”, a día de hoy “el grueso del trabajo está dedicado a las hermandades”, que se convierten así en su principal sustento. “Hay que tener en cuenta que la talla del mueble ha decaído mucho. Si las hermandades no hicieran este tipo de encargos, esta profesión estaría en serio peligro”, advierte.
Como no podía ser de otra manera, el taller ha vivido en sus carnes los efectos de la crisis económica, pero “de un par de años hacia acá se ha notado que la cosa ha venido un poquito más arriba”. Esa recuperación ha coincidido con los encargos de las cofradías referidas con anterioridad, que absorben hoy gran parte del trabajo de David Medina.
El paso de la Hermandad de la Misión ya estrenó el año pasado la talla del frontal de la canastilla, unas andas que se caracterizan por “una talla fuerte, muy viva”. Hermandades modestas como esta de Picadueñas deben hacer esfuerzos notables para asumir el coste de estos proyectos, de ahí que el siguiente avance en este paso no podrá estrenarse hasta 2018.
El paso de Humildad y Paciencia presentará este año parte de la talla del frontal del canasto. “Vinieron con una idea muy clara, querían una canastilla que fuera protagonista y que se inspirara en un altar de la iglesia de San Marcos. Lleva un fondo de carey, tres medallones y unas guirnaldas. No tiene nada que ver con muchos de los pasos que vemos a día de hoy”, explica.
La Hermandad de Loreto trabaja más a largo plazo porque pretende que la talla de su nuevo paso salga a la calle completamente finalizada en la Semana Santa de 2020. “Es un reto bastante bonito, porque la canastilla es de estilo rococó, va sin calar y se hace como si fuera un trabajo de orfebrería. Es un muy raro que una hermandad encargue ese tipo de paso y talla”, comenta David Medina.
El pasado mes de diciembre la Hermandad de la Sed depositó su confianza en este profesional para que de forma a su futuro paso. El proyecto está todavía en el papel, pero pronto empezará a tomar forma con vistas a la Semana Santa de 2018.
En paralelo, David Medina trabaja en el paso de misterio de la Hermandad del Perdón de Utrera, así como en otros encargos de menor envergadura para la ciudad de Jerez.