El miembro de ETA Patxi Romero Ruiz, condenado a 30 años de prisión por el asesinato en 1998 del edil de UPN de Pamplona Tomás Caballero, se ha desmarcado de la "estrategia liquidacionista" existente en la izquierda abertzale, se ha alineado con lo que califica de tesis "revolucionarias" y ha advertido de que no participará en el debate interno del colectivo de presos de ETA, EPPK, porque parte de una dirección que "obligó" a sus integrantes a firmar el Acuerdo de Gernika.
En una carta difundida en Internet, el preso de la banda recuerda que, debido a una misiva anterior, en la que mostró su postura contraria a la línea de la izquierda abertzale, fue suspendido de militancia en la organización --un hecho que se habría puesto en conocimiento de la dirección del EPPK--, a la vez que se le instó a no hacer pública esta medida. Ruiz explica que, tras pedir explicaciones por este hecho y no recibir respuesta, ha decidido hacer pública su actuación.
El preso recuerda que ETA surgió "para liberar Euskal Herria" y, por ello, "definió y concretó" cuatro objetivos, "independencia, socialismo, reunificación y reuskaldunización".
Para reforzar su tesis de que en ETA "la disciplina, necesariamente, está al servicio de la revolución vasca", hace un repaso a su "larga historia" en la que, ante las consecutivas "escisiones", se aplicó la disciplina "de una manera revolucionaria" y "contra todos los liquidacionismos y reformismos".
En su opinión, "hoy la historia se repite" ya que, tras la asamblea que la organización llevó a cabo en los años 2007/2008, y en la que "el 80% votó a favor de una estrategia abertzale revolucionaria político-militar", una "fracción reformista que desde antes estaba actuando en silencio y a escondidas" ofreció una rueda de prensa el 16 de marzo de 2009 y "reivindicaron una 'estrategia eficaz'".
"En esa rueda de prensa absolutamente fraccional tomaron parte, entre otros, Otegi, Rodriguez, Zabaleta, Erkizia, Kiroga, Moreno, Díez y Etxaide. Fue la presentación pública de la fracción reformista del Movimiento de Liberación Nacional Vasco", asegura.
Ruiz ha censurado que después "quienes para nada habían respetado la disciplina revolucionaria empezaron a pedir disciplina y unidad a todos, de derecha a izquierda y bien alto".
"Y una confusión tremenda se hizo dueña del MLNV, ya que no estaba claro en torno a quién ni a qué se pedía unidad y disciplina. Los reformistas, los liquidacionistas y los oportunistas aprovecharon perfectamente esa confusión para, además de con la lucha armada, terminar con toda la estrategia revolucionaria, porque la cuestión no era la discusión ciega y estéril sobre lucha armada sí/lucha armada no. La clave del problema era estrategia revolucionaria versus estrategia reformista", ha aclarado.
Tras recordar que "siempre" ha aceptado "la disciplina", dentro de ETA, ha advertido de que no es él "quien ha roto la disciplina", sino quienes han "tragado con toda la estrategia liquidacionista sin decir ni 'mu'".
DOS ESTRATEGIAS
A su juicio, "las cuestiones están claras" porque "hoy existen dos estrategias, una reformista y la otra revolucionaria. Una liquidacionista y la otra de la línea de la V Asamblea. Una subordinada al PNV y la otra independentista y socialista, leal y coherente con la historia de la Erakunde". "Por todo esto, también hay dos disciplinas, una reformista y la otra revolucionaria", añade.
Patxi Romero asegura que ha decidido no tomar parte en el "debate interno" que el EPPK desarrolla por considerar carece de legitimidad, al partir de "la misma dirección que, sin ningún tipo de debate, nos obligó a firmar el Acuerdo de Gernika".
"Después de un año de presión político-mediática conminándonos a los y las presas políticas vascas a asumir la vía de la legalidad (el sálvese quien pueda), ¿Alguien puede creerse que es serio un debate en estas circunstancias, en este contexto? ¿Que es posible debatir de manera libre cuando se nos conmina a elegir entre renuncia política o quedar en el ostracismo?", censura.
El preso de ETA considera que el hecho de que los responsables de la izquierda oficial "hayan hecho esto con el colectivo de personas más vulnerables y desprotegidas da cuenta de lo que esta fracción representa".
Patxi Romero advierte, por último, que no es "ningún escindido" del EPPK, por lo que no acepta abandonar lo que considera su "casa". Por contra, pide "un debate justo donde puedan debatirse todas las posibilidades que existen en el marco post lucha armada" para que "la militancia pueda elegir".