La Audiencia de Granada ha condenado a cuatro años de prisión por un delito de atentado a la autoridad a un hombre de 61 años que agredió con un punzón a una juez en el inicio de un juicio de faltas en el Juzgado de Instrucción 1 de Almuñécar en el que intervenía como denunciante.
Según han detallado a Europa Press fuentes judiciales, la condena, que incluye también el pago de una multa de 360 euros más la responsabilidad civil y daños a la jueza y una fiscal que también fue agredida, se produce tras el acuerdo entre la defensa del acusado y el Ministerio Público, que pedía inicialmente ocho años y once meses de prisión por supuestos delitos de atentado a la autoridad, lesiones y desórdenes públicos, y de una falta de lesiones.
La sentencia de conformidad se articula conforme a la modificación de la petición fiscal de pena, que se ha visto reducida a cuatro años de prisión por un solo delito de atentado contra la autoridad, en el caso de la jueza, a la que el hombre no podrá acercarse, al igual que a la fiscal, durante cinco años, el mismo periodo en el que también se le mantendrá una prohibición de comunicación con ambas.
Los hechos sucedieron en la mañana del 23 de abril de 2013 cuando "nada más iniciarse" el juicio de faltas, el acusado "se levantó de su asiento y, sin mediar palabra alguna, se dirigió hacia la magistrada" y "portando en su mano un punzón de madera bien afilado, subió a los estrados y se lo puso a la altura del cuello, sin llegar a causarle graves lesiones" gracias a la "rápida actuación" de los presentes, según detalla la Fiscalía en su escrito de acusación provisional, al que tuvo acceso Europa Press.
La fiscal "rápidamente se colocó entre el acusado y la magistrada" y mantuvo "un forcejeo" con el primero que "la agredió" en lo que el Ministerio Público califica como un "absoluto desprecio por el principio de autoridad".
En el caso de la juez, las lesiones no precisaron de tratamiento médico, mientras que la erosión y el arañazo que, en mano y rodilla derechas, sufrió la fiscal, supusieron "la activación del protocolo de riesgo biológico con extracción sanguínea para pruebas serológicas".
El médico forense descartó contagio de enfermedades infecciosas, sanando las lesiones "en tres días, ninguno de ellos impeditivo y sin secuelas". La "grave perturbación" que los hechos supusieron en la sala de vistas del juzgado de Almuñécar conllevaron la suspensión del juicio de faltas e impidieron "el normal funcionamiento del orden del día".
El acusado padece una psicosis esquizofrénica "que no consta le disminuya su capacidad de entender y querer" y estuvo privado de libertad por esta causa también entre el 23 de abril y el 13 de septiembre de 2013.