El primer avance de la investigación policial sobre los incidentes de la Madrugá de Sevilla determina que una pelea en un bar fue el detonante de la "gran avalancha", ya que generó inquietud y miedo por un posible atentado terrorista y se propagó rápidamente produciendo una "onda sonora" y un temblor.
El jefe de Policía de Andalucía Occidental, José Antonio de la Rosa, ha detallado hoy este primer avance, en el que se concluye que no hubo ningún tipo de planificación ni coordinación en los hechos y que no hubo avalanchas simultáneas sino una principal que afectó a 62 calles de la capital andaluza.
El informe policial, de más de mil páginas, determina el "efecto contagio" que se produjo esa noche y la reacción en cadena de los asistentes y nazarenos por el miedo a un atentado terrorista.
El inicio de la avalancha se sitúa a las 4.10 horas en un bar de la calle Arfe, donde se produce una pelea entre dos hombres por el acercamiento a una chica, y que se salen fuera para continuar.
En ese momento están pasando los nazarenos de la Hermandad del Gran Poder, que rompen la fila, y junto a los miles de asistentes actúan como "hilo conductor" de lo ocurrido.
La rápida propagación de la situación generada en ese momento, en el que había seis hermandades en las calles con 18.000 nazarenos, produjo una onda sonora por la cual llegó antes el sonido que la masa, lo que provocaba que se pensara en un atentado.
"Fue una ola, una masa de personas que empiezan a salir corriendo a diferentes sitios", ha indicado De la Rosa, quien ha explicado que la rapidez de la onda sonora, que avanzaba antes que la gente, fue lo que pudo hacer pensar que hubiera algún tipo de coordinación en diferentes puntos, aunque eso se ha descartado "totalmente".
La avalancha apenas duró tres minutos, pero se propagó de forma muy rápida, dejando noventa heridos, principalmente por politraumatismos, contusiones o fracturas.
En total, la Policía Nacional ha detenido a trece personas, junto a otros cinco investigados, por los cuatro o cinco incidentes que se produjeron en la Madrugá sevillana, el resto de ellos por "gamberreo" que provocaron desconcierto y algunas carreras más, pero que "no tuvieron más recorrido".
En concreto, a las 4.34 horas hubo nuevas avalanchas con focos en calle Dueñas y calle Postigo, pero esta investigación todavía no se ha desarrollado y no se han producido detenciones.
Sobre las 4:45 o 5:00 horas, tres delincuentes generaron de nuevo situaciones de inquietud dando golpes y gritos; mientras que entre las 5.00 horas y 6.00 horas se reprodujeron más avalanchas.
Además, previamente a la "gran avalancha", en un incidente que la Policía no "conecta" con el resto, un hombre senegalés fue detenido sobre las 3.43 horas en la calle Reyes Católicos por generar revuelo con gritos de apoyo a Alá, algo que ya había hecho sobre la 1.00 horas en la basílica de la Macarena y por lo que había sido identificado y trasladado a sede policial, pero no arrestado.
Para realizar este informe, que se entregó el martes al juzgado instructor, se han analizado documentos, setenta testimonios de policías, 58 de testigos y heridos, 1.188 archivos de audio de las comunicaciones a la Policía, diez capturas de vídeo-vigilancia, e imágenes de los medios de comunicación y de Youtube.
El delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, ha subrayado la "transparencia total" con la investigación y ha dicho que ha sido una labor "magnífica, muy completa", que es "independiente" y que se soporta sobre base científica y testimonios.
El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, ha indicado que con la publicación de este avance se da cumplimiento "a la demanda clara de información" sobre lo ocurrido y ha defendido que el dispositivo de coordinación entre administraciones funcionó bien.
En la reunión de trabajo para conocer estas conclusiones han participado también el director general del Cecop, Rafael Pérez; el subdelegado del Gobierno, Ricardo Gil Tordesano; el delegado de Seguridad, Juan Carlos Cabrera; y el presidente del Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla, Joaquín Sainz de la Maza.