La IV Noche Jahenciana apuesta este año por la Astronomía, en su afán de promocionar la historia y valores de la ciudad. Y es que en esta materia, Jaén puede enorgullecerse de contar con la figura de un astrónomo de relevancia en su pasado, cuyo trabajo fue clave para el desarrollo de la Astronomía moderna a partir del Renacimiento.
Se trata del astrónomo y matemático andalusí Abu Abd Allah Muhammand ibn Muadh Al-Jayyani, conocido en los círculos académicos como Al-Jayyani, que en árabe significa, literalmente, ‘el de Jaén’.
En colaboración con el colectivo ‘Amigos de la Astronomía Jaén’, este sábado, desde las diez de la noche a la una de la madrugada, la Lonja de La Alameda, un lugar que es puerta de acceso al conjunto histórico, será el escenario de la actividad ‘Bajo el cielo de Yaiyan’, una novedad.
El portavoz del colectivo, Antonio Cabrera, asegura que es una forma de hacer un guiño al astrónomo jienense. “Es un homenaje a un hombre aún desconocido en Jaén. Antes de la actividad, informaremos sobre sus contribuciones científicas en el siglo XI. Fue el astrónomo que estableció las coordenadas ecuatoriales, que permitían que los eclipses se pudieran predecir con mayor precisión. Ahora, todos los telescopios usan monturas ecuatoriales”, reconoce Antonio Cabrera.
Durante la IV Noche Jahenciana se habilitarán telescopios, alrededor de cuatro, y la intención es colocar uno más, con el fin de que vaya proyectando en una pantalla lo que el cielo muestre en ese instante.
Los pases serán para 100 personas, con una duración aproximada de tres cuartos de hora. Con vistas a la zona sur de la capital, el objetivo es ver la luna, que estará al 91%, y detalles como sus cráteres, montañas y mares; pero también los planetas Marte y Saturno, éste último a primera hora, para divisar sus anillos y alguna luna. Parece probado que el primer tratado de trigonometría esférica fue utilizado por el célebre astrónomo alemán del siglo XV Regiomontanus.
Las efemérides astronómicas de éste, que salvaron la vida de Cristóbal Colón y su tripulación en 1504, al permitirle predecir con ellas un eclipse de Luna que aterrorizó a los nativos, posiblemente no se habrían podido obtener sin las aportaciones del jienense.
