Toda una odisea que incluye la media hora más larga de sus vidas, en la que llegaron a temer que su viaje terminara en tragedia. Así describe un matrimonio jerezano con dos hijos pequeños su experiencia con el vuelo de Madrid-Düsseldorf (Alemania) de Iberia por el puente de Todos los Santos por los problemas detectados en hasta dos aviones de la citada compañía.
Según narra Julia a este periódico, todo comenzaba el pasado jueves, cuando cogían un vuelo de Jerez a Madrid poco antes de las seis de la tarde para iniciar su viaje. Una vez en Barajas, a las 19.50 horas embarcaban en el de Madrid-Düsseldorf. Lo que no sospechaban entonces es que todavía tendrían por delante 12 horas más y otros dos aviones más.
Cuando sólo llevaban diez minutos en el aire, la aeronave tuvo que dar la vuelta por un fallo en el motor. “Nos dijeron que un pájaro se había metido en el motor al despegar, pero muchos pasajeros vieron hasta cinco explosiones en el lado derecho del avión, avisaron a la azafata y fue entonces cuando nos dijeron por megafonía que íbamos a volver al aeropuerto, todo esto volando muy bajo ya que el avión iba con un solo motor”. Llegaron a estar hasta media hora en el aire, y finalmente no aterrizaron hasta las 20.30 horas.
“Fue horrible. Lo que más me impresionó fue la gente sacando bolsas de cartón para respirar. Mi marido entiende de aviones y dice que esto podría haber sido otro accidente como el de Spanair (siniestro en el que murieron 154 personas hace diez años)". No fue hasta 45 minutos después hasta cuando les dejaron salir del avión, mientras ellos por las ventanillas observaban que estaban rodeados de bomberos. Julia, cuyo marido es extranjero y con el que suele volar con mucha frecuencia, al menos una vez al mes, no recuerda nunca nada igual, y tiene claro que también le costará olvidar el llanto de su hija, de 10 años. “El pequeño de cuatro años estaba dormido, pero la niña, de 10 años empezó a llorar desconsoladamente, y su sueño es ser piloto”.
Pero la pesadilla no había terminado. Tras bajar del avión, Iberia mandó a los 200 pasajeros a un hotel cercano, con lo que estuvieron más de una hora esperando un autobús en la T4 para que los trasladaran. A las dos de la mañana volvieron a recogerlos del hotel para coger el vuelo a las 04.15 horas de la madrugada. Ni Julia ni el resto de pasajeros daban crédito. De nuevo el aparato en el que se han acomodado, dudan incluso de que fuera el mismo, no despegaba por problemas técnicos relacionados con la bomba hidráulica. Esta vez una decena de pasajeros, entre ellos una embarazada muy afectada se bajó del avión. “Nos negamos a jugárnosla más y fuimos a buscar otra compañía más seria”, explica.
Finalmente, aunque no todos decidían seguir adelante, sin que por supuesto se les ofreciera la opción de devolverles el importe del vuelo, Julia y su familia cogieron el avión con Iberia poco antes de las nueve de la mañana que les dejó en Düsseldorf al mediodía del viernes, todavía con el susto en el cuerpo. La vuelta la hacen este lunes con TUI pero tienen claro que esta experiencia que ya han narrado otros afectados en el perfil oficial de Facebook de Iberia, denunciando el caso, tiene que trascender y por eso el martes ya han quedado con sus abogados para tomar medidas legales.
Tomarán medidas legales
Para empezar, exigen que les faciliten el parte de incidencias y acusan a la compañía de pretender ocultar lo ocurrido. “Lo del motor no fue un pájaro, y se hacen los locos y no nos dan el parte. Hasta una azafata de Iberia del tercer avión nos dijo que lo difundiéramos en redes sociales. Estamos hablando de Iberia, que no es una compañía low cost, esto tiene que salir a la luz igual que cualquier cosa que ocurre con Rynair”, concluyen indignados.