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Miércoles 27/11/2024
 
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Estébanez: ?Le ataqué porque me vi acorralado?

El acusado del asesinato el 11 de noviembre de 2007 del menor antifascista Carlos Palomino, el soldado profesional Josué Estébanez, aseguró en la primera sesión del juicio que se sigue contra él en la Audiencia de Madrid que apuñaló al joven porque le ?entró miedo? al verse acorralado.

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  • María Victoria Muñoz, madre de Carlos Palomino (c), y otros familiares, llegan a la Audiencia Provincial de Madrid. -
El acusado del asesinato el 11 de noviembre de 2007 del menor antifascista Carlos Palomino, el soldado profesional Josué Estébanez, aseguró en la primera sesión del juicio que se sigue contra él en la Audiencia de Madrid que apuñaló al joven porque le “entró miedo” al verse acorralado.

El acusado, para quien la Fiscalía pide 29 años de cárcel, dijo que al ver que desde el andén de la estación del Metro de Legazpi un grupo de “punkis y gente rapada” le señalaba gritando “a por ése” y le amenazaba de muerte, sacó una navaja, que según declaró llevaba encima porque al día siguiente se iba de maniobras.

Estébanez explicó al tribunal que cuando se montaron en el vagón Palomino le dijo que le diera la sudadera y el dinero y que cuando él se negó le empujaron.

“Viéndome acorralado por personas malas me entró miedo. Pensé que si se me lanzaban encima yo de ahí no saldría vivo”, manifestó el acusado, que agregó que le salió “el instinto”.

Estébanez negó que se dirigiera a una manifestación de ideología neonazi o de extrema derecha organizada por las Juventudes de Democracia Nacional en Usera y que simpatizara con este partido o con sus ideas, y afirmó que había quedado con unos amigos.
 
“Soy español, nada más. Soy una persona a la que le gusta que gane la selección española”, contestó cuando la fiscal le ha preguntado si se considera patriota.

El acusado, para el que la familia de Palomino pide 37 años de cárcel y que se le aplique la agravante de “odio ideológico”, explicó que supo que las personas que aguardaban en el andén eran antifascistas porque “iban con cresta”, pero aseguró que no sintió miedo por su estética ni por su ideología, sino porque iban armados.

Estébanez comentó que ni odia a los antifascistas ni está en contra de los inmigrantes.

La versión del acusado no coincide con la del fiscal, que sostiene que, al percatarse de que en el andén esperaba un grupo de jóvenes antifascistas que se dirigían a sabotear la manifestación de ultraderecha a la que él acudía, el acusado “sacó una navaja” y la ocultó en la cara posterior del antebrazo.

La Fiscalía agrega que Palomino realizó unos comentarios al acusado cuyo contenido se desconoce y a los que éste respondió “de manera inesperada y con la finalidad de acabar con su vida, clavándole directamente en el corazón la navaja”, lo que provocó la muerte casi inmediata del joven.

Esta versión fue corroborada ayer por dos jóvenes que declararon como testigos protegidos y que aquel día resultaron heridos.

Ambos coincidieron en que Estébanez llevaba puesta una sudadera con un símbolo de ideología de extrema derecha –“la que llevan los neonazis en Madrid”– y que Palomino le preguntó por ella al subir al vagón.

“Nos dijo que nos iba a matar, que éramos unos guarros e hizo el saludo fascista”, explicó uno de ellos, mientras que el otro explicó que intentó quitarle el cuchillo al acusado, pero que fue apuñalado en las costillas.

Durante el juicio pudieron escucharse gritos de apoyo a Palomino de amigos y jóvenes antifascistas que, en medio de fuertes medidas de seguridad, se concentraron a las puertas de la Audiencia para pedir justicia.

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