El tiempo en: Almería
Sábado 02/11/2024
 

Jerez

“Me han llamado hasta llorando después de ver el vídeo de Aitor”

“Fue una cosa sin intención ninguna, me dio tanta alegría verlo que lo subí para los cuatro amigos”, señala su padre Andrés Palomeque

Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai Publicidad Ai
Cargando el reproductor....

Su padre Andrés Palomeque, fue el primero que se emocionó al ver el vídeo que su mujer le mandó de Aitor dando patadas al balón  en la clínica privada a la que acude para su rehabilitación y hacer trabajo de equilibrio tras perder parte de su pierna en mayo del pasado año al ser arrollado por un motorista que dio positivo en drogas y en alcohol. Él también lo vio por el móvil “y me entró la alegría más grande...fue una cosa sin intención ninguna, me lo mandó mi señora y me dio tanta alegría y una emoción tan grande que lo puse en el Facebook para los cuatro amigos”, explica a este medio. 

Ni él ni su esposa, a la que el fisio llamó para que fuera testigo de cómo su hijo golpeaba el balón y se lanzaba al suelo con la prótesis, se imaginaban que ese momento que captó con su móvil para enviárselo a su padre se fuera a viralizar. Eso fue el lunes, con el título “Todo marcha camino del balón de oro” y ya lleva más de 35.000 visualizaciones, ha sido compartido por  650 personas en el perfil “Amigos de Aitor” de Facebook, y acumula decenas de comentario de  felicitaciones.

A Andrés, a quien todavía se le quiebra la voz hablando de su hijo y de la “impresionante” fuerza psicológica que ha demostrado desde el principio, le ha llegado a llamar estos días la gente emocionados tras ver el vídeo. “Me han llamado hasta llorando, están todos muy emocionados y sensibilizados con el caso de Aitor”. Su historia conmocionó a toda la ciudad y a todo el país, recibiendo mensajes de apoyo y regalos de deportistas de élite, desde Nadal, hasta su ídolo Messi o Iker Casillas. El día del trágico suceso iba con su padre de paquete en la moto para entrenar con sus compañeros de los benjamines del CD Marianistas, a los que sigue yendo a ver sus partidos de vez en cuando y donde siguen teniéndolo muy presente con convivencias y festivales .


Ya va al cole con la prótesis

Nunca ha dejado de tener contacto con el balón, ni piensa hacerlo. “En el patio de su colegio corría con las muletas jugando al fútbol..no le ha perdido el miedo”. Hasta esta última semana, sólo se ponía la prótesis, que lleva probando desde hace mes y medio, durante la hora de rehabilitación que realiza una vez a la semana en una clínica privada y la otra media hora a la que acude al Hospital de Jerez. Al día siguiente de ese vídeo, decidió llevársela puesta al colegio, y desde entonces acude con ella a clase. Según detalla su padre, aunque su recuperación “está siendo desde el primer día, “aún tiene el fémur un pelín arqueado”, por lo que están pendientes de que los traumatólogos le digan si tendrá que volver a entrar en un quirófano, pero Aitor está animado. Nunca ha dejado de estarlo. “Es impresionante. Un médico rehabilitador se lo pintó muy feo a mi mujer con él delante, el crío se dio cuenta y vio a su madre desmotivada al salir de la consulta”. Al final, como narra sin poder reprimir las lágrimas Andrés, fue Aitor el que la animó. “Le dijo no te preocupes, mamá, que yo voy a andar”, y así está sucediendo.

Uno de esos 177 comentarios a su vídeo en Facebook es del propio Andrés agradeciendo las muestras de cariño que ha recibido esta semana su hijo. Pero, ¿Cómo lo está llevando él? “Está en una nube, y se piensa que es famoso, porque va por la calle y la gente le habla y le pregunta”. Desde hace un tiempo están  en contacto con el equipo de fútbol Flamencos Amputados Sur, donde juegan futbolistas de la zona sur de España y  donde el día de mañana espera que Aitor pueda estar en la cantera. De momento, ya las secciones  de deportes de los informativos nacionales se han hecho eco de la nueva gesta de Aitor, que a sus 11  años sigue dando ejemplo de superación cada día.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN