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Sábado 02/11/2024
 

Sevilla

Me voy a la feria... de mitin

La polémica entra de lleno en el Real con la decisión del PP de mantener su acto en la casetas, con cruces de críticas con el Gobierno local, el PSOE y Cs

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  • Beltrán en la caseta del PP, inaugurando la campaña electoral. -

La Feria da para mucho y más aún cuando la política está por medio. La delgada línea roja que han sorteado instituciones, partidos y políticos cada vez que una campaña electoral coincidía con la Feria de Sevilla incluía excluir los actos “oficiales” del Real. La candidatura de Beltrán Pérez ha sobrepasado la línea y se ha ido a iniciar en su casa de la Feria, es decir, en su caseta del PP de Sevilla, la campaña electoral, obviando las peticiones, más o menos acertadas en el tono, para dejar al margen la fiesta de la Feria, de la fiesta de la democracia. La suerte está echada y, se vulnere o no la ordenanza o la Ley Electoral, que ya veremos si hay alguien que lo denuncia formalmente, a partir de ahora políticos, vendedores de manzanillas o mercaderes de abanicos podrán hacer y ofrecer su programa o su negocio sin tapujos donde todos comen, beben y bailan. Habrá que replantearse, o no, modificar o ampliar la ordenanza, para clarificarla y que el “pacto no escrito” pase a serlo.

“La Junta Electoral de Zona (JEZ) ha tomado conocimiento del acto de apertura de campaña del PP en la Feria sin constatar el más mínimo inconveniente jurídico”. Con esta contundencia justificaba el PP que no vulneraba normativa alguna, pero el cruce de acusaciones y descalificaciones ha sido de todo menos cordial, que es a lo que se supone invita la Feria. Si el delegado de Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera, abría la mañana pidiendo al PP que reconsiderase su decisión por desvirtuar “la propia feria y sus tradiciones, politizar esta fiesta y sentar un precedente peligroso tanto para actos políticos como publicitarios por parte de empresas privadas”, era el propio Beltrán Pérez quien  acusaba al Gobierno local de “perder los papeles”, de “nerviosismo” y de intentar influir en la actuación de su partido “como en Venezuela”.

De mi caseta, al pacto no escrito y a las trampas


Mientras intentaba defender que no se incumple la ordenanza porque “tu caseta es tu casa” y el PSOE tendría que hacer lo mismo porque el sitio en el que iniciaba su campaña no estaba ni a un kilómetro del Real (la ordenanza habla de las calles aledañas pero no del interior de un recinto y fuera del Real), era Álvaro Pimentel, el candidato de Cs, quien le afeaba su decisión por romper un “pacto no escrito” para no desvirtuar la fiesta. Y el PP cargaba contra él, contra su persona por su reciente nombramiento o por no ser miembro de la Corporación, y contra el partido, por elegir para su acto inaugural “una ubicación sin licencia de actividad de luz, agua y vertidos al río”, en referencia a Puerto de Cuba. Después era el PSOE el que le atizaba, acusando a Beltrán Pérez de  “jugar a la desesperada para llamar la atención” haciendo trampas y de no estar a la altura ni siquiera de un líder de la oposición.

La guerra de mensajes continuó casi en el mismo tono en redes sociales pero el empeoramiento de salud de Rubalcaba silenció a los socialistas. Hasta que llegaron las ocho y media de la tarde, el PP se reunió en su caseta y comenzó su acto, algo tarde como todo en la Feria, y Beltrán Pérez arengaba a los suyos en mangas de camisa, hasta incluso subido en una silla, defendiendo que están “en su casa y en libertad”, no en Venezuela.

Mientras, el resto de partidos había decidido alejarse, aunque no mucho, del Real de la Feria.

El candidato a revalidar la Alcaldía, el socialista Juan Espadas, hacía como el resto de sus compañeros de partido y convertía el arranque de campaña en un homenaje a Alfredo Pérez Rubalcaba.

No muy lejos y aún cerca del entorno ferial, el hasta ahora asesor de Cs en Diputación, Álvaro Pimentel, iniciaba su camino para, al menos, poder condicionar la política local si no se consiguen mayorías absolutas, como dicen las encuestas.

La confluencia con Susana Serrano al frente, Adelante Sevilla, elegía la Alameda para reivindicarse como alternativa útil ante el estancamiento de Espadas y la involución de las derechas.

Algo más cerca y a las doce de la noche, le tocaba el turno a Vox, junto a la estatua de San Fernando, y a su candidata Cristina Peláez, formación  que, por cierto, se dará un “paseo” por el Real tras un acto en la portada aprovechando que campaña, al parecer, sí se puede hacer en la Feria de Sevilla.

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