Teo Rodríguez, un joven valenciano de 34 años con obesidad mórbida que llegó a pesar 385 kilos, ha destacado este viernes el "cambio radical" que, a partir de ahora, podrá dar a su vida: "No andaba y ahora puedo andar. Quiero poder ir al cine, a una piscina pública, montar en bici, hacer deporte".
"Me siento muy feliz y muy agradecido (...) Mi vida va a cambiar al cien por cien. Será un cambio radical, es impresionante", ha señalado el paciente, que ha comparecido en una rueda de prensa al recibir el alta junto al doctor Carlos Ballesta y su equipo en el Hospital HLA Inmaculada de Granada, donde fue intervenido para implantarle un bypass gástrico justo hace una semana.
Este paciente, que entró en el quirófano con un peso de unos 250 kilogramos y que solo en estos últimos días ha perdido más de veinte, evoluciona de forma favorable sin necesidad ya de analgesia, puede pasear y tolera líquidos, batidos, sopas y yogur desde el día siguiente a la intervención.
Rodríguez, que inició el pasado 30 de enero el preoperatorio para la cirugía y que finalmente fue operado el pasado viernes tras superar una neumonía que ha retrasado el calendario previsto en un principio, podrá ya ingerir la próxima semana purés y triturados y, dentro de un mes, empezar a comer todo tipo de alimentos.
"No andaba y ahora puedo andar. Quiero poder ir al cine, a una piscina pública, montar en bici, hacer deporte", ha señalado este joven, que ha relatado que la obesidad mórbida te "encierra en la casa", hace "que la gente te mire diferente" y que haya tenido incluso que fijarse siempre que iba a sentarse en una simple silla.
El paciente, que pese a que no tiene mucha hambre ha confesado que tiene ganas de comerse una buena paella valenciana, ha animado a otros enfermos con obesidad mórbida a que "no se queden encerrados" y que se pongan en manos de especialistas para ser tratados.
El doctor Ballesta, que ha encabezado el equipo multidisciplinar que ha tratado a Rodríguez, ha explicado que, aunque la operación ha resultado un éxito y que el joven salió respirando y hablando a las horas, ha reconocido que la cirugía "no fue fácil".
Además del bypass gástrico de asa larga por vía laparoscópica, la intervención ha incluido la extirpación de la vesícula biliar después de que se le detectaran piedras, ha detallado el especialista, quien espera que en el plazo de dieciséis meses pueda estar en un peso de unos 100 ó 110 kilogramos.
Ballesta ha pedido también que se acabe con el falso mito de que las personas con obesidad "no tienen voluntad" y ha apostillado que muchas de ellas sufren un desajuste hormonal que las lleva a comer de manera similar a algunas personas con adicción a las drogas.
Este doctor, que ha ensalzado la "excelente sanidad" con la que cuenta España, ha recordado que la obesidad es la segunda causa de muerte evitable tras el tabaquismo, que padece el 20 por ciento de la población española y que representa el 7 % del gasto sanitario.
De ahí, ha añadido, la importancia de que la población se sensibilice sobre su importancia, teniendo en cuenta además que va asociada a determinados tipos de cánceres y que por cada diez kilogramos de más que tenga una persona su esperanza de vida se reduce en un año.