De un tiempo a esta parte, los grandes estudios quieren hacernos creer que los cines son la extensión de un parque de atracciones en el que sólo tienen cabida películas de superhéroes, mundos imaginarios, galaxias lejanas, magos imberbes, terrores inverosímiles, e incluso guiones concebidos como auténticas montañas rusas. Rian Johnson, uno de los prometedores realizadores de la última década -Brick, Looper y varios episodios de Breaking bad-, terminó engullido por toda esa maquinaria y formando parte del engranaje de la nueva trilogía de Star wars, del que, ahora, ha logrado escapar para reivindicar de nuevo su talento y, especialmente, una forma de entender el cine como lo que ha sido siempre, puro entretenimiento.
La película, que compite estas navidades en la cartelera con auténticos blockbusters de temporada, se titula Puñales por la espalda y toma como punto de partida el universo de las novelas de Agatha Christie y una particular interpretación del clásico whodunit, que aquí define el detective protagonista como “el agujero dentro del donut”.
Johnson, autor a su vez del guion, encierra a su atractivo reparto coral en el interior de una gran mansión para desentrañar las auténticas causas de la muerte -en apariencia suicidio- del rico patriarca de una familia cuyos descendientes han dedicado la mayor parte de sus vidas a vivir de las rentas. Y, obviamente, todos sus hijos y nietos están muy afectados por su muerte, pero especialmente inquietos por la precipitada lectura de la millonaria herencia.
Puede que suene a visto mil veces, y sin embargo Johnson hace gala de una enorme pericia en el ensamblaje de las piezas narrativas, afina en los diálogos y en las caracterizaciones de sus personajes, y arriesga con una trama de suspense comedido, ligeros toques de humor y una atinada crítica moral y política que salpica directamente al discurso de Donald Trump. Y, para no renunciar al espíritu de Christie, cuenta además con un detective tna ingenuo como resolutivo al que da vida con gran solvencia Daniel Craig -casi el reverso de su 007- dispuesto a amnistiar, entenderán la nominación a los Globos de Oro, a una sensacional Ana de Armas.