Jornadas de doce horas a cambio de días libres. Es lo que propone Horeca de cara a la formulación del nuevo convenio del sector de la hostelería. “Lo que queremos realmente es tener más flexibilidad, es decir, que se pueda trabajar unos días más horas y otros días menos, dependiendo de la época del año, del día de la semana, etc.”, comenta Antonio de María, presidente de la patronal hostelera. De momento es tan solo una propuesta, “porque hasta que no nos sentemos con los sindicatos no sabremos si saldrá adelante”.
Según De María, “la hostelería no es un comercio que abre a las nueve y cierra a la una; muchas veces llega la hora de cierre y sigue habiendo clientes y hay que quedarse. Por lo tanto es otra casuística que no tiene nada que ver con las actividades de oficina o de comercios”. Por ello, lo que propone el presidente de Horeca es que se trabaje más horas aquellos días que haya más faena, como los fines de semana, y se compense el excedente haciendo jornadas más cortas entre semana. “Hasta ahora el convenio recoge que la jornada se podrá ampliar a nueve horas, con el máximo de las 40 semanales lógicamente. Nosotros no estamos hablando de que trabajen 48, sino únicamente que lo que un día trabajen de más, otro día lo trabaje de menos”, apunta.
Entre los profesionales de la hostelería las opiniones son dispares. Hay quienes ven que podría beneficiarles pero los hay más reacios a la idea. José Mari, camarero en Cádiz, piensa que “habrá empresas que no lo podrán hacer porque no tengan los trabajadores suficientes. Porque si alguno tiene que librar dos días y medio por haber hecho jornadas de doce horas y coincide con otro compañero, debe haber más personal para cubrir los días que ellos no estén”. Personalmente reconoce que no le importaría “echar tres días doce horas y cuatro horitas una mañana y no volver a trabajar hasta dentro de tres días, pero sinceramente dudo que lo hagan”.
María, también camarera, coincide en que “sería ideal poder contar con dos días más, además del día y medio que me pertenece, porque supondría trabajar tan solo media semana. Es como si echas una lotería y te toca, vaya”. Para María, esos días en los que “hay poca faena” no le compensan, porque debe trabajar sola y echa más horas y esas horas extras “no las cobro muy bien”, por lo tanto “preferiría tener días libres”.
Paco, que lleva más de 25 años trabajando en la hostelería, cree que “tendrá sus pros y sus contras, aunque lo veo complicado de ejecutar”. “Yo sinceramente no lo veo. Pero también te digo que si las horas de más que se echan normalmente te las pagaran no habría problemas. Creo que es demasiado exagerado doce horas aunque haya días que es cierto que se echan; pero si no cobras las horas de más te quedas con el sueldo que te corresponde al mes y eso empeoraría tu economía”, expone. “Por ejemplo, en una Semana Santa que trabajas los nueve días, ¿después que te pegas quince días sin currar? No lo veo, la verdad”, concluye.
Un “no” rotundo para la Marea Café Con Leche Gaditana
Por su parte, desde la Marea Café con Leche Cádiz opinan que “es totalmente denigrante, porque es tratar a los trabajadores como mercancía más que como trabajadores”. Su representante, Jesús Ruíz, asegura que “es un despropósito todo, desde que se elijan las doce horas como jornada laboral, que para empezar va en contra de la conciliación de la vida familiar, hasta que se intente compensar con días libres”.
Ruiz señala que “ese aumento de horas, por desgracia, ya se hacía con el anterior convenio para muchos trabajadores, con jornadas de 12 y 14 horas sin parar. Por lo tanto vemos que es una especie de blanqueamiento o de justificar de alguna forma esa mala práctica que se ha hecho hasta ahora”. “Y el hecho de que se quiera compensar con descanso esas horas nos parece ya de denigrante a indignante, porque ¿dónde está la contraprestación? No sólo sacude la conciliación familiar, sino que no se le paga al trabajador las horas extra a cambio de ese supuesto descanso”, expone.
Finalmente, la afirmación del presidente de Horeca de que la hostelería no es una actividad como el comercio “no hace otra cosa que precarizar aún más el sector”. “Espero que los sindicatos no pasen por el aro porque sería dar un paso atrás”, concluye.