No tenía misterio el nombre y los sevillanos se presentaron en el Falla como supermamás que tienen "un niño tonto".
El primer pasodoble fue al tipo: defender a las amas de casa ante quienes consideran, como el Gobierno, que no es un trabajo y por tanto no está remunerado. El segundo sirvió para defender los tipos de familia, en este caso una familia con dos madres y una niña pequeña orgullosa de ellas.
Los cuplés, aunque simpáticos, tampoco causaron gran impacto. El primero fue para Echenique, el segundo para su nuera.