Nuestro jurado paralelo vuelve a mostrar esas cualidades para acercarse en la medida de lo posible a lo que el jurado oficial fue dictaminando a lo largo de los tres pases que tiene este certamen. Los que llevamos años creando quinielas carnavaleras sabemos lo complicado que supone, dadas las particularidades de cada jurado, que en cierta medida se pierden en subjetividades que son difíciles de augurar, algo que es muy normal.
Ya en preliminares acertamos todas las que lograron pasar a la segunda fase de semifinal, a excepción de la chirigota de ‘La colombina’, que se quedó en puertas, algo de lo que aún no damos crédito. Las semifinales fueron un cien por cien de efectividad, clavando todos los resultados en todas las modalidades, algo que ya logramos en otras ocasiones. La final, como suele ocurrir, es algo más controvertida, siendo la suma total de los diferentes pases, hecho que aún no me llega a convencer, y aún así, hemos logrado un muy aceptable pase.
Desde mi perspectiva, este jurado sólo ha pretendido dar un visión muy certera de la calidad que traen los grupos, sirviendo en cierta medida como modelo de referencia para los grupos, que pueden, en mayor o menor acierto, guiarse para ir valorando su evolución por el concurso. Ha sido un enorme placer seguir contribuyendo a la fiesta y, como cada año, esperamos no haber ofendido a nadie, dado que nuestras valoraciones siempre se realizan con el máximo respeto.