Desde el pasado domingo 8 de marzo no hay competición futbolística en España por la pandemia de coronavirus, aunque este hecho, no jugar un partido, no es nuevo y ya ocurrió hace 40 años, cuando el 30 de marzo de 1980 los extintos Club Deportivo Málaga y Agrupación Deportiva Almería no se enfrentaron.
En estos días sin fútbol, el Málaga CF ha abierto su cajón de los recuerdos y, a través de Domingo Muñoz, historiador de su fundación, ha rememorado uno de los episodios más curiosos de su historia, cuando el CD Málaga militaba en Primera División, era entrenado por el argentino Sebastián Viberti y ocupaba puestos de descenso (17º).
Se trata del único partido de la historia de la Liga en Primera que, por ahora, no se ha disputado y fue por la incomparecencia del CD Málaga tras la gran polémica que se generó por una sanción de clausura del estadio La Rosaleda por un encuentro.
Sí ha habido casos similares, pero fueron en la Copa del Rey (Racing, Vecindario, L'Hospitalet) o en divisiones inferiores (Compostela, Ceuta), y el más sonado de todos cuando el Barcelona se negó en abril de 2000 a jugar la vuelta de su semifinal copera ante el Atlético de Madrid en el Camp Nou.
El caso de los malaguistas se remonta a la jornada 25 del campeonato liguero 1979-80, cuando recibieron el 16 de marzo de 1980 al Rayo Vallecano, en un choque saldado con un 1-3 a favor de los rayistas y que dejó un gran malestar en la grada por lo que consideró un arbitraje pésimo y perjudicial para su equipo por parte del valenciano Fandos Hernández.
Tal fue el ajetreo en las tribunas de La Rosaleda que el colegiado decretó el final del partido cuando el crono aún marcaba el minuto 86 y el Rayo había anotado su tercer y último tanto.
Cuatro días más tarde de lo sucedido sobre el verde y también en la grada, el Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) acordó el cierre de La Rosaleda por un partido.
El CD Málaga intentó revocar tal decisión para mantener la disputa del partido de la siguiente jornada ante la AD Almería el domingo 30 de marzo a las 11.30 horas en el estadio malacitano.
El miércoles 26 de marzo, el Comité de Competición decidió que el encuentro se disputase en terreno neutral, en concreto en El Mirador de Algeciras (Cádiz), el domingo 30 a las 17.00 horas.
El CD Málaga tenía la opción, tal como expresó la RFEF, de jugar el partido en su casa siempre que acudiera al Comité de Apelación, pero este órgano desestimó el sábado 29 su recurso y, ya el mismo domingo, un funcionario de Telégrafos intentó entregar el telegrama de notificación en el mismo estadio, a lo que el club adujo que ésa no era su sede oficial para no recogerlo.
A pesar de ello, el domingo día de partido, más de 4.000 aficionados acudieron a La Rosaleda, los jugadores fueron convocados a las 10.30 y la directiva presidida por Federico Brinkmann se reunió en las instalaciones del estadio.
A las 12.25, tanto la directiva como los jugadores abandonaron el estadio y a las 17:00 horas, en El Mirador de Algeciras, la Agrupación Deportiva Almería saltaba al terreno de juego junto al trío arbitral.
No fue hasta el 1 de abril cuando el Comité de Competición dictaminó la derrota del Málaga por incomparecencia, otorgando los dos puntos a la AD Almería y restando tres al CD Málaga como sanción.