El defensa Wily ve muy complicado su continuidad en la Divina Pastora. Estrenó paternidad el 15 de marzo y su situación familiar, que ha cambiado ahora, y laboral le hacen muy difícil que las pueda compaginar con el fútbol. El zaguero ‘divino’ ha sido el componente más veterano que ha tenido la plantilla en la temporada 2019-2020. A sus 36 años, 37 en agosto, y acompañado de algún que otro veterano, como su primo José Mari y Sumariva, fue uno de los jugadores que aportaron experiencia en un plantel plagado de juventud. Una campaña que no tuvo punto y final porque la Segunda Andaluza, al igual que el resto de la competición, se suspendió por la expansión del coronavirus en España y en todo el mundo. A ello hay que añadir que las instalaciones fueron cerradas”.
Me he llevado toda mi vida jugando al fútbol, que siempre ha sido mi pasiónWily resalta que “la pena fue que se acabó la temporada. Hemos quedado novenos, por detrás del Racing Portuense. Creo que podíamos haber quedado un poco más arriba pero hablar de ascenso era complicado. Para mí haber pertenecido a la Divina Pastora ha sido una bonita experiencia”.
Deja claro que “veo complicado que pueda seguir porque el problema lo tendré a la hora de compaginar la familia, el trabajo y los entrenamientos. Estrené paternidad el 15 de marzo con la llegada de una niña y perder un fin de semana lo tendré complicado”.
El defensa nunca se ha caractizado por ver tarjetas rojas: “Que yo recuerde habré visto 1 ó 2. Siempre he evitado las peleas en los partidos que he disputado”.
No deja de reconocer que “me he llevado toda mi vida jugando al fútbol y ya por la edad no te preparas igual. Ya he hablado con el club”
Su destino podrá estar en recalar en el Manzanilla La Goya de Veteranos: “Ahí ya no se juega con la exigencia de los seniors y además se mata el gusanillo. Mi compromiso ya no puede ser el de antes pero quiero seguir jugando al fútbol porque siempre ha sido mi ilusión”.