El Juzgado de lo penal 14 ha declarado en rebeldía al hombre acusado por la Fiscalía por varios delitos de maltrato habitual y lesiones contra al menos cinco mujeres, con las que supuestamente convivía en la localidad malagueña de Marbella y mantenía relación de pareja.
Mantenía una actitud de dominación, sometimiento y adiestramiento, obligándolas aquel a importantes limitaciones económicas, a prácticas sexuales no deseadas y les "mponía obligaciones como no hablar, sólo sonreír y no mostrar emocionesAsí lo han informado a Europa Press fuentes judiciales, apuntando que el juzgado puso el pasado año a este empresario iraní en busca para su detención y presentación en el juzgado, al no localizarlo y con el fin de poderlo citar a juicio y que designara abogado y procurador de oficio porque los anteriores habían renunciado.
El Juzgado suspendió el juicio el pasado año al no localizar al procesado, para el que la Fiscalía malagueña solicita inicialmente una pena de 12 años y cuatro meses de prisión. Según el escrito inicial formulado en su día por la acusación pública y al que tuvo acceso Europa Press, el procesado mantuvo una relación sentimental "simultánea con varias mujeres de diferentes países".
El ministerio fiscal sostiene que el hombre conoció a estas mujeres en Londres o en España y, "ganada su confianza, las trasladó con su consentimiento a Marbella". Estas mantuvieron, señala la calificación provisional, su residencia habitual en dicha localidad hasta marzo de 2014, teniendo algunas de ellas hijos en común con el procesado.
La fiscal sostiene inicialmente que el procesado presuntamente mantenía "una actitud de dominación, sometimiento y adiestramiento, obligándolas aquel a importantes limitaciones económicas, a prácticas sexuales no deseadas y a tomar sin prescripción médica" varias sustancias, además de que, supuestamente, les "imponía obligaciones como no hablar, sólo sonreír y no mostrar emociones".
El escrito de acusación relata algunos supuestos episodios de trato "intimidatorio, hostil, humillante, con insultos" contra estas mujeres. Asimismo, también pone de manifiesto presuntas agresiones físicas a las víctimas, "como patadas, agarrones fuertes del cuello y bofetadas"; además de "coacciones, como impedirle a una de ellas ver a su familia o maquillarse".
Varios de esos actos se habrían realizado presuntamente en presencia de los hijos menores y en todos los casos, según la Fiscalía, las víctimas --con una de ellas llegó a contraer matrimonio-- sufrieron por este comportamiento trastornos por estrés postraumático, por los que las mujeres requirieron tratamiento psicológico.
El fiscal acusa al procesado por cinco delitos de maltrato habitual, solicitando 23 meses de prisión por cada uno; y dos de lesiones y otro de maltrato, por los que pide once meses de cárcel en cada caso. Como indemnización pide para cada una de las víctimas 20.000 euros, además de que se le prohíba acercarse a ellas y que se le inhabilite para ejercer la patria potestad de los hijos.