El estudio destaca, además, que casi un 7% de los niños de 3 a 5 años son obesos y un 11% tienen sobrepeso, un hecho que para el presidente de la Sociedad Española de Nutrición, Gregorio Varela, “es muy preocupante porque a medida que crece la edad aumenta también el porcentaje de obesidad y sobrepeso”.
Entre los 6 y 9 años el sobrepeso y la obesidad llega al 21%, y de los 10 a los 12 el porcentaje aumenta hasta casi el 23%, y en general este problema afecta más a las niñas, con un 23% de casos, frente al 19,3% de los niños.
Para el estudio, que es la mayor muestra analizada hasta ahora en España y la más reciente en este segmento de la población, se midió el índice de masa corporal y la cintura de los menores, y se ha tenido en cuenta, además, una encuesta sobre sus hábitos de actividad física, según explicó ayer Varela en una rueda de prensa.
Para Varela estos resultados confirman que la obesidad es una epidemia “que tiene un tratamiento complejo y muy insatisfactorio que obliga a actuar en la prevención para frenar la tendencia a la obesidad en todas las edades”.
También se ha visto que un 65% de los niños practican algún deporte tras la escuela, que a los niños lo que más gusta es el fútbol y a las niñas el baile y la natación, y que el baloncesto y el tenis son atractivos para ambos sexos.
A estas edades lo recomendable es hacer al menos una hora diaria de actividad física, según los expertos.
Otro dato que se ha hecho público ayer es que a los más pequeños, de 3 a 5 años, les cuesta hacer actividades que requieran moverse de la silla, una situación provocada en parte por “la prisa” de la sociedad actual que cambia los hábitos de alimentación y en la que los desplazamientos hasta los 3 años se hacen muchas veces en cochecito.
Para los expertos, estos datos constatan que la cuenta del gasto energético de los niños está en número rojos y que frente a la ingesta de energía es difícil que estén equilibrados.
Ante esta situación, los expertos consideran que caben dos cosas, más gasto energético con ejercicio físico o revisar las calorías que ingieren y que se calcularon hace años, cuando la vida de los menores no era tan sedentaria.
Creen que la obesidad es realmente un problema de actividad física porque con el gasto energético que realizan los menores es difícil quemar las calorías que ingieren.
El doctor Rafael Casas, Director y Coordinador Nacional del Programa Thao, aseguró que para luchar contra la obesidad infantil hay que potenciar los juegos en espacios públicos al acabar la escuela, promover la actividad física en familia los fines de semana y dormir lo suficiente, acciones claves que propone el Programa Thao-Salud Infantil para prevenir este problema.
El estudio ha permitido ver que los fines de semana los niños realizan muy poca actividad física, hasta el punto de que un 43% reconoce no realizar ninguna actividad o deporte los domingos, y que aumentan actividades sedentarias como jugar con videoconsolas y ordenadores y ver la televisión.
Respecto a los hábitos de dormir, el 70% de los encuestados duermen de 8 a 10 horas, un 20% más de 10 horas y un 3,4% menos de 8 horas, cuando está comprobado que lo niños que duermen menos tienen más problemas de obesidad.
El Programa Thao-Salud Infantil aporta una respuesta al problema de la obesidad infantil, actuando directamente en los municipios y en el entorno de los niños para frenar la progresión de la prevalencia de obesidad infantil en España, uno de los países del mundo con la tasa más alta de obesidad y sobrepeso infantil.
Diabetes
Evitar la obesidad, reduciendo el peso al menos un 5%, realizar unos treinta minutos de ejercicio físico diarios y dejar de fumar son algunas de las medidas preventivas que servirían para reducir a la mitad los casos de diabetes.
Conoce la diabetes y toma el control es lema con el que se celebrará el 14 de noviembre el Día Mundial de esta enfermedad, que afecta a más de dos millones y medio de personas en España aunque se espera que este número se duplique en los próximos 20 años.
El presidente de la Fundación para la Diabetes, Luis Silva, ha advertido de que esta dolencia no tiene cura y de que no existen “remedios milagrosos” para combatirla, pero sí es posible prevenirla cambiando de hábitos y acudiendo a tiempo al médico.
La OMS la sitúa como la cuarta causa de muerte en la mayoría de los países desarrollados.