Tras un intenso debate en el que cada parte de este conflicto laboral expuso su postura, el Ayuntamiento se comprometió a pagar una factura mensual a la empresa para que de esta forma se pueda hacer efectivo el pago de las nóminas de las empleadas.
Este compromiso, aunque sólo fue verbal, contó con la aceptación de las partes.
Por su parte la empresa se mantuvo en su postura, que es que mientras el Ayuntamiento no les pague no podrá hacer frente a los salarios.
Con relación al IPC que se les adeuda a las trabajadoras desde el mes de enero de 2009, el Ayuntamiento señaló que el acuerdo firmado en 2006 no goza de legalidad para hacer efectivo el pago por no haberse llevado a Pleno por parte del equipo de Gobierno anterior.
El secretario comarcal de Política Sindical de UGT, Manuel Heredia, defendió la legalidad de este acuerdo asegurando que la ley establece que al ser contrato por 5 años no se obliga a pasarlo por Pleno.
Con el objetivo de desconvocar la huelga, las 45 trabajadoras afectadas con su máxima voluntad, realizaron una propuesta. Se trataba de que el IPC que se debía se hiciera efectivo en varios plazos a lo largo del primer trimestre de 2010. El Consistorio no aceptó la propuesta.
Nuevo aplazamiento
Declaró ayer Manuel Heredia que tras un largo debate y en vista de la sensibilidad de las empleadas por los abuelitos, decidieron otorgar un nuevo aplazamiento al Ayuntamiento y a la empresa para que alcancen un entendimiento y entre los dos resuelvan la situación. La fecha que dieron las empleadas es el próximo 27 de noviembre.
Con este segundo aplazamiento de huelga se demuestra la sensibilidad de las trabajadoras. “Esperamos que el viernes 27 se acerquen las posturas y finalmente lleguemos entre todos a un acuerdo”, destacó Heredia, añadiendo que “esta será la última oportunidad y en caso de no solucionar la situación se irá a la huelga”.
