La noticia saltó el domingo por la tarde e, inmediatamente, las redes sociales se hicieron eco de la convocatoria del arcense Kike Ríos por parte del entrenador sevillista Julen Lopetegui para el encuentro que deben disputar el Stade Rennais F.C. de Francia y el Sevilla F.C. a partir de las 21:00 h en el Estadio Roazhon Park de Rennes correspondiente a la sexta y última jornada de la fase de grupos de la Europa Champions League, un hito deportivo histórico para un futbolista nacido en Arcos de la Frontera.
Kike Ríos, de 20 años, llevaba un par de semanas entrenándose con la plantilla del primer equipo, pero “en ningún momento se me pasó por la cabeza que iba a entrar en la convocatoria”, comenta el defensa del Sevilla Atlético. El domingo, tras acabar el encuentro que disputó con su equipo, el delegado le transmitió la feliz noticia de su citación para el choque europeo. “Prepara las botas y el pasaporte que te vienes con nosotros”, le dijo. Kike llamó presuroso a su padre y su madre. “Estaba flipándolo. Es una experiencia nueva. Jugar sería un privilegio, pero por solo hecho de venir estoy más que contento porque el trato que me están dando en el primer equipo es muy bueno y no me falta de nada. Vivir el ambiente de Champions es otra dinámica: el estadio, entrenar con los jugadores de la primera plantilla, el ritmo más alto...”, detalla el zaguero sevillista, que sueña con debutar en un escenario tan impresionante como el Estadio Roazhon Park de Rennes. “A ver si hay suerte, aunque está la cosa complicada. Quién sabe si al míster le da por poner a los canteranos y me toca la oportunidad. Esto es otro rollo y tengo la impresión de estar en una burbuja porque no me lo creo, la verdad. Es otra dinámica y no tiene nada que ver con lo que yo he vivido hasta ahora. Lo importante es que sea la primera llamada de muchas y aprovecharlo si tengo la oportunidad. Si no, a seguir trabajando. ¡Quién me iba a decir a mí que yo podía estar aquí!”.
Kike juega en el Sevilla Atlético. “Empecé sin jugar porque la competencia es muy grande. Los defensas eran mayores que yo (22-23 años) y con más experiencia, pero luego, por circunstancias, me ha tocado jugar y ahí sigo, acumulando minutos en Segunda B. Todo lo que te cuente es poco, es el sueño de cualquier canterano y estoy muy agradecido”.
