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La lucha de una madre con tres hijos menores consigue el Ingreso Mínimo Vital

Cintia, una malagueña de 34 años, pasó dos días a las puertas de la dirección provincial de la Seguridad Social en Málaga capital para este objetivo

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  • Cintia, a las puertas de la Seguridad Social en Málaga capital. -
  • Recibirá el Ingreso Mínimo Vital que le pertenece, una cantidad cercana a los 910 euros, a principios de abril
  • La prestación por desempleo terminaba este mes y no cuenta con la ayuda de su expareja

La historia de Cintia ha tenido un buen final. Tras dos días de protesta a las puertas de la dirección provincial de la Seguridad Social en la capital, esta joven malagueña de 34 años y madre de tres hijos adolescentes, ha visto cumplido su objetivo: la aprobación de la solicitud para recibir el Ingreso Mínimo Vital (IMV).

Con un cartel y el apoyo de su sindicato, CGT, su idea era denunciar su “desesperada” situación con una huelga de hambre, algo que le desaconsejaron por motivos de salud. Así, esta madre de tres hijos de 17, 14 y 13 años, ya “al límite” colocó su cartel y se sentó el pasado jueves a las puertas de esta delegación, en calle Huéscar, para hacerse oír, concentración que ha durado un día y medio, ya que en la mañana del viernes recibió la noticia más esperada: su solicitud había sido aprobada y recibirá a principios de abril una cantidad cercana a los 910 euros.

Esta auxiliar administrativa se quedó en paro en agosto del año pasado y solicitó el IMV, que le vino denegado porque tenían en cuenta los ingresos del año 2019. Ha tenido que esperar hasta este 2021 para volver a solicitarlo, quedándose con cero euros en su cuenta bancaria. “Ante la falta de recursos me viene a la puerta porque necesito un ingreso para mis tres hijos. Solo me han hecho caso cuando he venido aquí a protestar y les dije que si en una semana no me daban una respuesta, me ponía en huelga de hambre”, explicó a Viva Málaga este pasado viernes, tras recibir la buena noticia.

“Estoy muy contenta porque ya voy a poder llegar a final de mes. No puedo estar en casa esperando a que me llegue un trabajo que no hay, ya que a causa de la pandemia se han cargado un montón de puestos de trabajo. Estuve preseleccionada para varios puestos hace unos meses, pero como no hay trabajo, se cerraron los procesos de selección. Además, mi madre cobra 700 euros y mi padre ha sufrido un infarto cerebral”, afirmó. A todo ello hay que sumarle que el padre de la primera hija no la reconoce y el padre de los dos pequeños (niña y niño) está denunciado por el impago de la pensión de alimentos, “porque se declara insolvente”, detalló el pasado viernes Cintia.

A quien quiere agradecer mucho es al sindicato, que han estado apoyándola en todo momento. El secretario general de CGT Andalucía, Miguel Montenegro, afirmó que “esto demuestra que cuando te haces visible, te levantas del sofá y sales a la calle, la administración no tiene más remedio que hacerte caso. Somos conscientes de que hay otras muchas familias que están en esta situación tan grave”, explicó tras ser preguntado por este periódico.

Con una sonrisa que se intuye debajo de la mascarilla, Cintia ha recogido los frutos de la protesta pacífica para conseguir algo básico: poder alimentar y dar sustento a su familia, dejando atrás las ya conocidas frases “ten paciencia” o “ya llegará”, que tantas veces ha escuchado.

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