La Cámara de Representantes de Estados Unidos debate este martes el enorme plan de estímulo fiscal respaldado por el presidente Joe Biden para impulsar la economía del país en plena crisis de la pandemia, y que se espera que sea votado mañana, miércoles, sin un solo respaldo republicano.
"Lo aprobaremos, será ratificado como ley y llevaremos el alivio a la gente", recalcó el legislador demócrata Pete Aguilar este martes a los periodistas.
El plan, de 1,9 billones de dólares, salió adelante el sábado en el Senado, donde los demócratas hicieron valer su ajustada mayoría.
La propuesta vuelve ahora a la Cámara Baja, ya que el programa ha sido modificado en el Senado, donde los demócratas lo han moderado para ganarse a los centristas del partido.
La Cámara de Representantes había aprobado la versión original del plan de Biden en enero, pero la que irá al Senado incluye cambios como la reducción de los beneficios por desempleo de 400 a 300 dólares semanales y el rechazo de un aumento del sueldo mínimo federal a 15 dólares la hora.
CONCESIONES A LOS DEMÓCRATAS MODERADOS
El ala progresista de los demócratas consideró estas modificaciones como "concesiones relativamente menores", en palabras de la congresista Pramila Jayapal.
"El Plan de Rescate Estadounidense (como se conoce la legislación) es un paquete verdaderamente progresista y valiente que cumple su promesa de poner dinero directamente en los bolsillos de la gente y derrotar la propagación del coronavirus, que es responsable de nuestra crisis económica", señaló Jayapal en un comunicado.
En esa cámara, los demócratas cuentan con una mayoría más cómoda, por lo que su aprobación definitiva en el Congreso de EE.UU. está prácticamente asegurada.
El proyecto de ley incluye nuevos pagos directos de 1.400 dólares a los contribuyentes que tengan ingresos inferiores a los 80.000 dólares anuales por persona, una cantidad superior a los cheques de 600 y 1.200 dólares que se entregaron en los anteriores paquetes de estímulo.
Amplía, asimismo, hasta comienzos de septiembre las ayudas al desempleo, de 300 dólares semanales, ya que los actuales fondos expiran el 14 de marzo, fecha límite que se han marcado tanto la Casa Blanca como los demócratas en ambas cámaras para tener el proyecto finalizado.
Además, el paquete asigna 350.000 millones de dólares para gobiernos locales y estatales, 170.000 millones para la reapertura de las escuelas, 14.000 millones de dólares para fortalecer el plan de vacunación y otros 46.000 millones de dólares para el sistema de pruebas para la detección del coronavirus.
RECHAZO TOTAL DE LOS REPUBLICANOS
Pese a las promesas de Biden de rescatar el espíritu de unidad bipartidista, parece que la ambiciosa propuesta no contará con el respaldo de un solo legislador republicano, ni en el Senado ni en la Cámara de Representantes.
Los conservadores consideran su volumen excesivo y que solo servirá para aumentar la abultada deuda del Gobierno federal.
"Sabemos bien que incluye provisiones que no están bien diseñadas, que no son temporales, que no están relacionadas con la covid, y no tenía que ser así", lamentó Liz Cheney, una de las líderes republicanas en la Cámara.
"Podríamos haber tenido una legislación con una fracción del coste de esta, habría tenido aprobación y apoyo bipartidista", aseguró hoy Cheney en rueda de prensa.
De ser finalmente aprobado, el rescate impulsado por Biden se uniría al de 900.000 millones de dólares que el Congreso impulsó en diciembre y al de 2,2 billones de dólares, el mayor de la historia del país, en marzo de 2020, bajo la Presidencia del republicano Donald Trump.
Estados Unidos es el país más golpeado del mundo por la pandemia, con más de 525.000 muertos y 29 millones de contagios por covid-19.