El delegado municipal de Medio Ambiente, Roberto Palmero, ha asistido a la puesta en marcha de un ambicioso proyecto organizado por Rafael Izquierdo, que tiene como objetivo aumentar la natalidad de aquellas aves que utilizan oquedades y aberturas en diferentes zonas del centro de Chiclana para instalar sus nidos. Así, con la intención de facilitar a estas especies un hogar seguro ante la posible presencia de depredadores y así conseguir el éxito de su reproducción, se ha comenzado a poblar de cajas nido un total de 25.000 metros cuadrados del centro de la ciudad, en concreto áreas como el parque de Santa Ana, el entorno de la Ermita de Santa Ana y la zona verde del colegio La Salle.
De esta forma, el delegado municipal de Medio Ambiente, Roberto Palmero, ha asistido esta mañana al inicio de los trabajos en el parque de Santa Ana. “En una primera fase del proyecto se instalarán 25 cajas nido, una por cada 1.000 metros cuadrados de terreno, y que están hechas con material reciclado”, ha comentado Roberto Palmero, quien ha aclarado que “las cajas se situarán a una altura de 4 metros de altura y contarán con una separación de 2 ó 3 metros respecto al tronco principal del árbol para evitar el posible acceso de depredadores”. Asimismo, indicar que estas cajas nidos estarán construidas con material reciclado al cien por cien, utilizándose para ello tramos sobrantes de otras construcciones de madera. “Se trata de una idea maravillosa e invitamos a los vecinos de la zona a participar en esta iniciativa y conocer lo que podemos disfrutar en estas zonas verdes de Chiclana”, ha expresado.
Hay que resaltar que las aves más habituales que anidan en el centro de Chiclana y a las que irán destinadas estas cajas son principalmente el ‘carbonero común’ y el ‘herrerillo común’, aunque la iniciativa también podría tener éxito en otras especies muy presentes en la zona como el ‘papamoscas gris’. Además, periódicamente se llevará a cabo un seguimiento para conocer el grado de ocupación que se va consiguiendo con el paso del tiempo en estas cajas nido, unas labores que se realizarán a distancia y sin manipular el propio habitáculo de madera en el periodo de cría u ocupación, que tiene lugar entre los meses de marzo y octubre.
“Además de conseguir el aumento de la natalidad de estas especies, el proyecto también será beneficioso en el ámbito del control de plagas”, ha explicado Palmero. En este sentido, indicar que, por ejemplo, una pareja de ‘carboneros’ suele comer entre 7.000 y 8.000 insectos al año, sobre todo orugas procesionarias del pino, una especie que debilita a los árboles y produce urticarias y alergias sobre personas y animales.
Por su parte, Rafael Izquierdo ha indicado que “la idea de este proyecto nace como consecuencia de la inquietud durante el confinamiento, cuando me puse a hacer casitas de madera para algunos amigos”. “Además, como soy vecino de la zona, suelo visitar el parque y conozco su riqueza medioambiental”, ha expresado Izquierdo, quien ha añadido que “mi amigo Daniel Polanco se ofreció ayudarme en este proyecto con la aportación de la madera”.
“Los objetivos del proyecto son dos, por un lado aumentar la natalidad del herrerillo y el carbonero y, por otro, la concienciación de la ciudadanía y la puesta en valor del entorno”, ha expresado este vecino de Chiclana, quien ha agradecido al Ayuntamiento de Chiclana y a las personas colaboradoras sus aportaciones. “Además, me he comprometido al mantenimiento de estas cajas nido, con la limpieza de los mismos en otoño, para lo cual el objetivo es poder contar con niños y adultos”, ha concluido.