Los trabajadores de la planta de Airbus de Puerto Real (Cádiz) han desconvocado el encierro que habían convocado hoy al conocer que la multinacional no ha planteado en su reunión de hoy el cierre o la venta de esta factoría, tal y como temían.
Es una alegría contenida, las cosas no están clarificadas. Significa que se lo han pensado. Y cuando la multinacional se lo piensa, da pie a buscar otra salida. Es como cuando uno se piensa que le van a matar y se pone contento porque sólo le amputan el brazo
"Ganamos tiempo, un poco de aire para poder seguir con las negociaciones. No es para irse de fiesta porque el problema persiste, el partido no está ganado y hay que seguir negociando" explica a EFE Alejandro González, miembro del comité de empresa de Airbus Puerto Real por CCOO.
Este es el ánimo que se ha extendido entre los cerca de 400 trabajadores de la planta de Airbus de Puerto Real que este mediodía se concentraban en las puertas de la factoría, pendientes de lo que ocurría en la reunión que se celebraba en Toulouse (Francia) entre la dirección del gigante europeo de la aeronáutica y el comité europeo de representantes de los trabajadores.
Mucho antes de lo que pensaban, el presidente del comité de empresa de la factoría, Juan Manuel Trujillo, ha subido a la tarima para trasmitirles las buenas noticias que le han llegado de la reunión de Touluse a través de Francisco San José, uno de los cinco representantes de los trabajadores españoles de Airbus que ha participado por videoconferencia en el encuentro.
"No se ha producido ningún anuncio de ningún cierre de centros ni destrucción de empleo", ha clamado. Todo un respiro para una plantilla que ya tenía preparado encerrarse en la planta a la salida de su jornada.
"Es una alegría contenida, las cosas no están clarificadas. Significa que se lo han pensado. Y cuando la multinacional se lo piensa, da pie a buscar otra salida. Es como cuando uno se piensa que le van a matar y se pone contento porque sólo le amputan el brazo", bromea Alejandro González.
Una vez que se ha despejado el peor de los escenarios, el cierre de la planta más pequeña de Airbus, los trabajadores pueden respirar sabiendo ya que la multinacional "tiene la vocación de que esta factoría siga dentro del perímetro de Airbus y de su plan industrial", por lo que entienden que, dentro de esa estrategia, habrá un reparto de la carga de trabajo entre las distintas plantas.
"No nos vamos a quedar de brazos cruzados, continuaremos manteniendo movilizaciones sostenidas, equilibradas con el devenir de las noticias", añade el sindicalista.
De momento, esta fábrica parece tener un futuro dentro de Airbus.
La planta de Puerto Real entró en crisis antes de la pandemia del coronavirus, ya que el mercado internacional dejó de comprar el A-380, el avión europeo más grande. La construcción de su estabilizador horizontal, una pieza de 40 metros, abarcaba cerca de un ochenta por ciento de su carga de trabajo.
La planta continuó su actividad con componentes del A320, A330, y A350, pero la pandemia del coronavirus ha hecho que "una crisis se sume sobre a otra".
Sus trabajadores han peleado y pelean conscientes de que esta segunda crisis es pasajera: "cuando pase hay más de 7.000 aviones de Airbus civil por fabricar", explica.
Y por eso no entendían que en ningún país se hubieran planteado cierres de plantas, sólo "en el sur del sur, en la más pequeña".
Una decisión que les costaba entender cuando hace apenas dos años, cuando se celebraba su 90 aniversario, Manuel Huerta, presidente de Airbus Operation España, aseguraba en Cádiz: "Puerto Real está presente en todas las familias de aviones comerciales de Airbus. Es sin duda una planta excepcional, que gracias a su excelencia como centro de montajes automatizados hace notar cada vez más su peso en la estructura de la compañía y contribuye a hacer aún más grande el nombre de Cádiz y de España en el universo Airbus".