Desde hace diez días los vecinos de Naveros y la Cañada del Taraje están sin línea de teléfono tradicional, un problema que afecta principalmente a personas mayores que no tienen contratados servicios de internet y que se ven completamente incomunicados. A la imposibilidad de mantener el contacto habitual con sus familiares que residen en otros puntos de la localidad o fuera de ella, se une además la preocupación de no poder alertar de eventuales urgencias sanitarias o problemas de seguridad.
Los vecinos aseguran que han comunicado la incidencia en reiteradas ocasiones a la compañía de telefonía, desde donde se aseguró que se procedería a la reparación el pasado 12 de junio. A fecha de hoy el problema persiste.
Francisco Javier Gavira, residente en Naveros, ha resaltado en una carta trasladada a los medios de comunicación que esta situación se debe a la problemática específica de las zonas rurales escasamente pobladas, conocidas como la España vaciada. “Aquí no invierten el resto de compañías si no es con ayuda pública. No somos interesantes para el mercado”, apunta. “¿A quién le importa unas cuantas líneas de teléfono, una población que en cualquier ciudad estaría toda en un solo bloque de pisos? Para ellos somos números y Naveros y Cañada del Taraje no suma una buena clientela. Por eso no mejoran las líneas, no hay fibra, por eso cuando se va la luz también se va el teléfono, pues no invierten ni un duro en baterías para que al menos dé tiempo a dar el aviso a Sevillana Endesa”, añade, incidiendo en la cruda realidad de muchas pedanías y zonas rurales que ven cómo son incapaces de sumarse a las nuevas innovaciones tecnológicas porque las inversiones necesarias no son rentables para compañías que solo ven hojas de cálculo, presupuestos y cuentas de beneficio.
