La reciente adjudicación de las obras del Museo del Flamenco de Andalucía y el permiso obtenido por el Ayuntamiento de Jerez para proceder al derribo de una finca que permitirá el inicio de los trabajos de construcción del centro cultural de Lola Flores han terminado de despejar el futuro más inmediato de la plaza Belén, un espacio del centro histórico que hasta no hace demasido tiempo parecía maldito y que en apenas unos meses va a asistir ya a la puesta de largo de sus primeros proyectos culturales.
Es posible que cuando en diciembre de 2005 se colocó la primera piedra de la fallida Ciudad del Flamenco los objetivos fueran bastante más ambiciosos que los que ahora se proponen, pero al menos están cimentados sobre el realismo y el pragmatismo.
Para hacerse una idea del cambio de mentalidad que se ha obrado a lo largo del tiempo baste recordar que el Consistorio jerezano llegó a pagar nueve millones de euros a los prestigiosos arquitectos Herzog & De Meuron por el proyecto de aquella Ciudad del Flamenco que nunca llegó a construirse; mientras que años después todas las iniciativas que se encuentran ya en marcha y a punto de empezar a ver la luz apenas representan una inversión global de 5,5 millones de euros.
Con la Nave del Aceite prácticamente acondicionada para acoger el futuro Museo de Lola Flores -las obras están a punto de concluir-, el Ayuntamiento esperaba el permiso de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico para proceder al derribo de un edificio de su propiedad anexo al solar donde debe construir el centro cultural dedicado igualmente a La Faraona.
Ese permiso ya ha llegado, lo que ha permitido al Consistorio aprobar la demolición. Será entonces cuando EJOC 2004 SL pueda iniciar las obras de construcción del nuevo equipamiento, que le fueron adjudicadas el pasado mes de febrero por un importe de 193.499 euros y un plazo de ejecución de ocho meses.
El futuro edificio tendrá dos plantas de altura y dispondrá de las instalaciones necesarias para adaptarlo a su funcionalidad de centro cultural, donde se prevé que se celebren actuaciones en directo y espectáculos diversos relacionados con la figura de la artista jerezana, entre otras actividades.
En condiciones normales, la conclusión de esas obras debe prácticamente coincidir en el tiempo con la apertura del Museo de Lola Flores, que el Ayuntamiento pretende inaugurar a lo largo de esta próxima primavera.
Los trabajos de acondicionamiento de la Nave del Aceite ya están casi finalizados y ahora únicamente resta dotar de contenido a este espacio.
El Gobierno local viene trabajando desde hace tiempo con la familia Flores, sobre todo en lo que respecta al tratamiento y conservación del material expuesto y a las condiciones que regularán su cesión.
El Museo del Flamenco de Andalucía -que depende de la Junta- es el proyecto que hasta ahora parecía más retrasado.
Sin embargo, el anuncio de la adjudicación de las obras a la constructora Díaz Cubero, por un importe de 4,8 millones de euros, ha terminado de despejar las últimas dudas que se habían suscitado.
Se trata de una actuación de bastante envergadura, ya que a los 2.401 metros cuadrados de superficie del museo en sí tendrán que sumarse los 851 de la nueva sede del Centro Andaluz de Documentación del Flamenco (CADF), que ocupará el actual Zoco de Artesanos.
Al Museo del Flamenco de Andalucía se accederá por la calle Barranco. El conjunto dispondrá de varias salas expositivas dedicadas a la historia y personalidades del cante, del toque y del baile. En otras salas se explicará su relación con otras culturas como el arte de la pintura o el vino de Jerez.
Además, contará con un auditorio para albergar espectáculos, exhibiciones cinematográficas, conciertos, presentaciones y conferencias, así como una cafetería y una tienda.
El plazo de ejecución de las obras que se acaban de adjudicar se eleva a 23 meses, lo que sitúa su puesta en funcionamiento en el otoño de 2023.
Todas las piezas de la nueva plaza Belén parecen ya debidamente encajadas y, lo que es más importante, con financiación garantizada para que evitar que surjan nuevos contratiempos.