Sí, porque hablar o escribir de reto supone ir dando forma a la grandiosidad de unas ideas que en la mente humana suelen a veces despertar suspicacias, pero que en el fondo no dejan de ser la necesaria exigencia de, en el caso de una provincia como Huelva, recuperar gran parte de un pasado singular. A los hechos, sin más, habría que remitirse como pretendo desarrollar en este artículo consecuencia de una serie de reflexiones del espectacular cambio de rumbo experimentado por el gobierno de una provincia en el que de la noche a la mañana -¡albricias, mil veces albricias!- Sí, y mi más sincera enhorabuena a ese líder que de la noche a la mañana se ha atrevido a lanzar aquello de ‘Huelva, por una estrategia integral’. Sí, porque desde que se posesionó de la presidencia de la Diputación Provincial, David Toscano Contreras ha exteriorizado su fibra de líder y no ha dudado en lanzar el guante para anunciar que “nuestro objetivo es maximizar el enorme potencial que atesora la provincia de Huelva y garantizar experiencias turísticas memorables y respetuosas con el entorno”.
Sí, y más, porque el nuevo presidente no ha dudado en certificar su compromiso con el desarrollo sostenible de nuestra provincia y -albricias de nuevo, don David- con la preservación de sus valores naturales y culturales, y es porque -se reafirma- dice que “cada rincón cuenta una historia y cada experiencia deja una huella imborrable, historias y experiencias que nuestros visitantes guardan siempre”. Sí, ahí está gran parte del tesoro de Huelva ante propios y ajenos en esa asignatura en gran parte pendiente llamada turismo y que –repito- en alianza con la agencia Destino Huelva la Diputación trabaja en una estrategia integral, innovadora y sostenible para la provincia, con la implantación de un modelo más participativo, que implica y da voz -ojo al dato- “a todos los agentes económicos y sociales relevantes en la gestión del turismo”.
Sí, don David ha dado con la medida y la dimensión de ese futuro tratando de maximizar el enorme potencial que atesora la provincia de Huelva y garantizar experiencias turísticas memorables y respetuosas con el entorno. El tema es suficientemente amplio y complejo y, sin duda, ahí están La Rábida y los Lugares Colombinos, un punto de la geografía universal que casi no se entiende que a estas horas y con tantos medios no aparezca en ese inaplazable catálogo que es el Patrimonio de la Humanidad. Sí, algo increíble pero cierto y sobre todo incomprensible si nos remontamos a 1929 cuando se celebró en Sevilla, sacando provecho y rentabilidad a la aventura de don Cristóbal y el batallón de marineros palermos y moguereños y de otros lugares de la Costa de la Luz, una denominación que olímpicamente hemos despreciado cuando entiendo sería un aliciente compartirla con la hermana Cádiz. Sí, porque Huelva pasó sin pena ni gloria en esa Exposición Iberoamericana “de Sevilla”. Bueno, e inadmisible que décadas después, en 1992, la capital hispalense fuese de nuevo eje y centro y monopolio de la Exposición Universal de 1992. El monasterio de La Rábida fue irónico notario de la gesta a la que no hubo imaginación ni pudor para aportar siquiera una réplica del monasterio franciscano en La Cartuja (¿) y no digamos de las réplicas de las carabelas descubridoras que ahora mismo es la Diputación Provincial la que mima el entorno con icónicas reproducciones, y el Foro Iberoamericano de La Rábida, y con espacio suficiente para ir pensando en esa futurible Exposición Onubo Iberoamericana de 2029, siquiera como tema monográfico e indispensable si de verdad se quiere hacer justicia o algo parecido para reparar olvidos y desprecios…
El tema pueda llegar a ser algo más que compromiso para, si no es en La Rábida, que esa Exposición Onubo Iberoamericana de Huelva se celebre en Saltés. La fecha está cercana y de ello avisó nada más posesionarse del cargo el señor Toscano Contreras. La Rábida y los Lugares Colombinos no pueden seguir faltando -repito e insisto- en todo aquello que ahora mismo es Patrimonio de la Humanidad. Sí, y que no solo debe decirlo ni reivindicarlo la Diputación Provincial, sino toda Huelva y, por algo “compartido” la propia Junta de Andalucía. El tema me emociona y me rebela ante tanta indolencia en una provincia en la que se ha puesto de moda aquello de que “lo tiene todo” y, por su singularidad, porque acaba de dar testimonio de ello con la constitución del Consejo de Alcaldías, todo un hito histórico impulsado por la Diputación Provincial y un ejemplo –leo- de que la unión, el diálogo y el trabajo conjunto son las mejores herramientas para avanzar. Esta nueva iniciativa, que podríamos llamar, historiando, lo de la pica en Flandes (¿) es una iniciativa inédita en Andalucía, y solo falta que Madrid saque papeles y ya veremos cómo con ese Puerto en marcha a pasos agigantados damos y poseemos mas de lo que muchos creen y esa Expo que acabo de sacarme de la manga no son ilusiones de un niño ante el día de Reyes, ¿verdad, don David? ¡Ah¡ Y otro día más.
