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San Juan de Aznalfarache rindió este fin de semana un emotivo homenaje a Francisco Serrano Lagares, quien fuera concejal del Ayuntamiento entre 2011 y 2014, con la inauguración de una glorieta que desde ahora llevará su nombre. El acto, cargado de recuerdos y sentimientos, contó con la presencia de su familia, antiguos compañeros de corporación y miembros del equipo de Gobierno actual, así como vecinos que quisieron acompañar a los suyos en este reconocimiento público.
“Hablar de mi padre es hablar de San Juan, no se puede separar a uno de otro”, expresó con emoción Inmaculada Serrano, hija del homenajeado y actual concejala en el municipio, encargada de poner palabras al sentir de toda la familia durante el acto. Francisco Serrano, conocido cariñosamente como “Curro”, fue recordado no solo por su compromiso político, sino también por su calidad humana, su implicación en la vida del municipio y su cercanía con los vecinos.
La alcaldesa de San Juan, María Luisa Moya, que durante la etapa de Serrano como edil formaba parte de la oposición, quiso destacar su figura como la de “un gran señor, siempre dispuesto a escuchar y a trabajar por su pueblo”. En apenas tres años de gestión al frente de áreas exigentes como Obras, Servicios e Infraestructuras, dejó un sello de entrega, seriedad y diálogo que fue ampliamente reconocido incluso por quienes no compartían bancada.
Además de su papel en el ámbito municipal, Francisco Serrano desarrolló una sólida carrera profesional vinculada a la compañía Cruzcampo y ocupó cargos destacados como el de Decano del Colegio de Peritos e Ingenieros Técnicos Industriales. Su trayectoria fue reconocida en 2015, un año después de su fallecimiento, con el título de Sanjuanero del Año. “Mi padre dejó huella no solo en lo profesional, sobre todo, lo más importante, en lo humano”, destacó Inmaculada Serrano. La nueva glorieta que lleva su nombre se sitúa junto al Puente de los Derechos Humanos, en dirección a Tomares, un punto de tránsito que desde ahora también será lugar de memoria.